lunes, 27 de julio de 2009

Inmunidades diplomáticas

Por: MSc. Jorge Umaña Vargas/Internacionalista.

Los privilegios e inmunidades de los agentes diplomáticos se han ido creando paulatinamente, conforme se fueron desarrollando las misiones diplomáticas. Existen algunos, como la inviolabilidad, que son de larga data: aún cuando los grandes imperios antiguos vivían frecuentemente en guerras entre sí, siempre respetaban la inviolabilidad de enviados.

Es importante destacar que una de las mayores discusiones en esta temática es saber cual es su fundamento. En la antigüedad se creía que el agente representaba al jefe de estado, luego que el agente en la Embajada permanecía en su propio territorio (extraterritorialidad), que el agente no estaba sometido a jurisdicción local, o que existía un acuerdo tácito de carácter bilateral para la recepción de los agentes diplomáticos.

Hoy es aceptada la versión que indica que un representante diplomático no puede ejercer sus funciones si no se halla libre de toda amenaza y si no es plenamente independiente del Estado receptor, no en beneficio de las personas, sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes de los Estados.

Es allí donde otros principios tales como la reciprocidad entran en escena. Debido a la inexistencia de una autoridad superior internacional, este principio es pieza fundamental dentro del derecho diplomático. Si un Estado reconoce a los diplomáticos de otro Estado un trato especial favorable es porque espera que sus funcionarios gocen del mismo trato, al tiempo que trato desfavorable originará en el Estado perjudicado medidas semejantes en detrimento de los agentes diplomáticos del otro Estado.

Entendido el fundamento que sostiene las inmunidades y privilegios de los agentes diplomáticos es preciso rescatar entonces que la inmunidad de jurisdicción se entiende como la que a los agentes diplomáticos contra las acciones civiles o penales que pudieran establecerse contra ellos. Es importante destacar que lo que paraliza la inmunidad de jurisdicción no es a la ley misma, sino únicamente a la sanción que toda norma jurídica lleva aparejada para asegurar su cumplimiento.
Siguiendo esta lógica, la inmunidad de jurisdicción de la misión le faculta para que en caso de actos ilícitos de la propia misión diplomática (espionaje, difusión de propaganda contra el Estado receptor), no podrían ser considerados por tribunales locales, podrían en todo caso ser recurridos ante un tribunal internacional, pues como ya se dijo todo el sistema de inmunidades y privilegios diplomáticos descansa en el aserto de que una misión diplomática tiene que desempeñar libremente sus funciones.

Con respecto a la inmunidad de los agentes diplomáticos se aplican en la misma forma que lo podría hacer todo particular que resida en el territorio del Estado receptor. Ha llegado finalmente a imponerse el principio de que la inmunidad de jurisdicción civil de los agentes diplomáticos es absoluta y se extiende también a los actos de su vida privada.

Ahora bien, cómo puede un particular defenderse ante injusticias recibidas por parte de la misión o de los agentes diplomáticos de la propia misión. Los métodos, que la doctrina admite, a los que podría recurrir una persona perjudicada en sus derechos por la inmunidad de que disfruta un agente diplomático, para obtener satisfacción, son 3: el recurso por vía diplomática con vistas a obtener la renuncia a la inmunidad a través del jefe de misión o del Ministerio de Relaciones Exteriores, la renuncia del propio diplomático a su inmunidad; y, el recurso ante los tribunales del país acreditante. Con respecto al tercer punto, hay países que establecen que no existe foro local competente, en virtud de que el diplomático reside en el extranjero, que incluso salvo contadas excepciones ni siquiera castigan los actos de sus nacionales en el extranjero.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas se limita a mencionar en su párrafo 4 del artículo 31 que:”la inmunidad de jurisdicción de un agente diplomático en el Estado receptor no le exime de la jurisdicción del Estado acreditante”.

Esto lleva a pensar sobre la realidad de los pobladores nacionales frente a los agentes diplomáticos. La circunstancia indica que el agente diplomático, salvo excepciones están condonados de su actuar negativo en la sociedad. Más bien, se declara que es obligación de todo gobierno asegurar que existan medios para castigar a quiénes infrinjan la inviolabilidad de los agentes diplomáticos. Lo peligroso de esto es que tanta inmunidad podría hacer olvidar al agente diplomático de su condición de ser humano, tan igual como cualquier otro, y de la verdadera razón de su existencia en ese país: estrechar los lazos entre países y promover formas de desarrollo integral de los pueblos. Cuidado con la irrealidad a causa de tanta inmunidad y tanto privilegio que pueda desenfocar la verdadera misión del ser diplomático abogar en favor de los pueblos. Como lo dijo ya Beladiez[1]: “Para lograr la comprensión de entre los pueblos- y esa es la gran misión del diplomático- (…) creerse superior a cualquiera está suficientemente mal”.
[1] Beladiez, Emilio. “Diplomacia y Diplomáticos”. Editorial Prensa Española, Madrid, España. Primera edición. 1975. P. 86.

Temas emergentes en la comunidad internacional

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Completada casi la primera década siglo XXl, un número interesante de asignaturas han ido alcanzando un lugar interesante en el ámbito de la política global, diferenciándose en su esencia de las materias tradicionales con creciente conflictividad, que en el camino arrastran grave riesgo. Es decir, las emergentes se apartan relativamente de las que comúnmente siguen de manera permanente ocupando la máxima atención de los foros globales y regionales, dígase, entre otras, la proliferación de las armas atómicas, las contradicciones ideológicas, religiosas y culturales, la cuestión del desarrollo desigual entre el norte y el sur, las barreras que interrumpen el libre comercio, así como el deterioro del medio ambiente.

En cambio y en el orden de los asuntos emergentes, la ética y la formulación de nuevos principios dentro la sociedad, dominios de la antropología filosófica, parecieran ser los llamados a ayudarle a las civilizaciones, las que tienen su origen en los valores de la libertad y el humanismo, a proporcionarle respuestas actualizadas y apropiadas frente a temáticas que fueron antes tabúes, porque estuvieron empañadas de maniqueísmos y prejuicios. Lo que menos tuvo lugar en épocas pasadas, fue el diálogo racional en su abordaje. Al haber sido de este modo, se evitó el conocimiento del pensamiento opuesto, coincidente frecuentemente con los cambios de consciencia de la familia humana.

Comencemos por subrayar algunos casos. El enfoque contemporáneo en torno al rol de la mujer en la sociedad política y la sociedad civil ha revolucionado increíblemente, aunque en “la praxis” global falta demasiado camino que recorrer, particularmente en sociedades postergadas, condicionadas por “determinantes sociales críticos”, sean buena parte de las nacionalidades africanas, asiáticas y no pocas latinoamericanas, subordinadas a negativos patrones religiosos y culturales, casi invariables a través del tiempo, por lo que continúan provocando destrucción y humillación contra el género femenino. Sin embargo, hay lecciones que pueden extraerse, a pesar de los hechos dramáticos, cual es el pleno convencimiento (ético) que manifiestan tener varias sociedades nacionales por avanzar en pos de la legítima igualdad de géneros.

La tesis del “secularismo positivo” trabajada por el Papa Benedicto XVl y Nicolás Sarkozi, el presidente de Francia, repuntada en la extraordinaria encíclica “Caritas in Veritate” del propio Joseph Ratzinger, vienen a introducir a la comunidad internacional en la profunda reflexión sobre múltiples antivalores políticos y económicos predominantes, contrapuestos a los principios de la paz, la solidaridad y de la justicia social, al tiempo que tal desviación ha modelado el proceso de globalización, en la cual la lógica “utilitaria” del mercado se distancia de manera alarmante de la “ética social” del bien común y del desarrollo integral de la persona.

Como trasfondo, el mensaje del Santo Padre se dirige a denunciar la total ausencia de “caridad” en un sinnúmero de decisiones económicas y financieras, sino entonces mírese la avaricia y ambición de los poderosos señores de Wall Street, que desequilibraron al planeta, aunque lo éticamente correcto de ello fue que sembró la necesidad de regular el capitalismo desenfrenado, toda vez que se transformó en debate crucial de la cooperación supranacional.

El matrimonio entre las personas del mismo sexo se insertó en el temario de la política internacional. Las decisiones de algunos Estados en torno al comportamiento homosexual ha influido gradualmente en diferentes resoluciones de las organizaciones internacionales, lo que significa a la vez la construcción de la “ética de máximos” que, innegablemente, ha de contribuir hacia el respeto y tolerancia de otros patrones de convivencia, los cuales inevitablemente el sistema internacional de los derechos humanos está imposibilitado a discriminar.

Igual de necesario resulta el acceso de toda la población mundial a las medicinas y las vacunas contra las pandemias tales como el SIDA y el AH1N1, una cuestión que además de constituir un desafío contra las patentes mercantilistas, es imprescindible prever desde ya, tal que las compañías farmacéuticas sean demandadas por la comunidad mundial a comportarse con sentido ético y responsabilidad social en lo referido a medidas preventivas y clinicas, cooperando solidariamente con la Organización Mundial de la Salud y los Estados en lo tocante a contrarrestar los contagios a causa de virus y bacterias mortales.

Igualmente, la propia realidad social se encargó de poner en ridículo a obscenos despropósitos de la burocracia internacional, como lo fue el control de la natalidad, a veces inspirada en la doctrina de la seguridad nacional, y a los que felizmente la globalización les cortó las alas. Ahora el envejecimiento de la población especialmente en los países desarrollados ha resultado ser foco de inquietud en el ámbito doméstico y de las relaciones internacionales, a causa de la escasez del factor trabajo, contraproducente al desarrollo de los sistemas productivos. Incluso grandes economías como el Japón están pagando las consecuencias, por lo que se han dedicado a estimular la inmigración. Estados Unidos de América y Europa se ocupan en este momento de atraer cerebros del Tercer Mundo, pues tienen insuficiente gente para multiplicar los programas científicos y tecnológicos.

Puedo permitirme imaginar que este último fenómeno sería el antídoto contra el racismo y los ultranacionalismos, así como contra las políticas alocadas, que aparecen de vez en cuando, que, según sus gestores, habrán de combatir los incontenibles deseos de demasiados grupos humanos que buscan prosperidad y bienestar lejos de su patria, la que les ha negado este deber ser.

lunes, 20 de julio de 2009

Proyectar fenómenos de las ciencias sociales

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Las ciencias económicas y los enfoques de gerencia empresarial y administrativa han producido un cúmulo de conceptos, metodologías y herramientas de trabajo que merecen la debida atención de las restantes disciplinas de las ciencias sociales, incluyendo desde luego las que se ocupan del estudio de los fenómenos políticos nacionales y los de la aldea global, como de este modo el maestro Manuel Formoso Herrera interpreta la dinámica del mundo.

La economía y la administración han aportado notables conocimientos prácticos al desarrollo costarricense. De ahí que las políticas de ajuste estructural de la década de 1980 se integraron en este país de manera favorable, facilitando la modernización y diversificación de su sistema y aparatos productivos. Lo contrario ocurrió en las otras economías latinoamericanas, cuyos efectos originaron verdaderos “shocks”, acompañados de dramáticos desequilibrios políticos y sociales.

La recuperación de las finanzas públicas y la fortaleza del sistema financiero costarricense en la última década, presuponen la correcta aplicación de instrumentos de política fiscal y monetaria, con los cuales se ha conseguido la estabilización macroeconómica y microeconómica, al extremo que la contracción y la recesión internacionales ha vulnerado escasamente el rendimiento de la producción nacional.

Las misiones y las visiones de avanzada de las unidades productivas, complementadas con las estrategias de atracción de inversiones directas de elevada calidad y la aparición de empleos más cualificados, transformaron la demanda y la oferta agregadas, lo que ha dado lugar también a la inserción de los servicios como el turismo y los bienes raíces, que crean mayor valor al sistema económico de este país.

Por eso no deja de crear intranquilidad la relación inversa entre la madurez del desarrollo social, fortalecimiento democrático institucional y de los mecanismos de representación democráticos de Costa Rica, en comparación con los de múltiples naciones vecinas, que llevan años de rezago en cuanto a estos presupuestos republicanos.

Con todo y sus limitaciones, las políticas públicas derivadas del Estado costarricense reforzaron la gobernabilidad y la innovación productiva, no obstante de que ha habido cierta indecisión en la tocante a ejecutar la reforma de la administración pública y en promover la descentralización y la desconcentración efectiva de múltiples instituciones del Poder Ejecutivo.

Lo interesante es que el sector público, por contribuir en grado superior al progreso nacional, busca la manera de equipararse a los extraordinarios avances que experimenta el sector privado. En dicha dirección, valga resaltar a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, empeñados con la utilización de la técnica “Línea Base” dentro del presupuesto fiscal, con la que se llevan a cabo “proyecciones formales de recursos a obtener y ejercer para un ejercicio fiscal o más, adicionales al año del presupuesto (vigente) a autorizar o autorizado”, toda vez que toma en consideración las nuevas condiciones macroeconómicas, los efectos de “propuestas de política alternativa” que tienden a determinar (o impactar) “el sendero fiscal del Gobierno” en un plazo específico.

La referida técnica se fundamenta en que el presupuesto fiscal tampoco es estático, pues se retroalimenta de las realidades cambiantes; que está sujeto a nuevas necesidades, correlacionadas con líneas y objetivos de política; se orienta a atenuar las fluctuaciones económicas del medio (inflación, variaciones en el tipo de cambio, incremento o disminución del PIB, el comportamiento del déficit o superávit fiscal, etcétera); con el uso de tal herramienta se pretende reducir la incertidumbre en función del gasto público, proporcionando “un horizonte previsible y estable”. Ofrece además la lección en que sobre la base de cálculos de futuros ingresos fiscales se pueden satisfacer las posibles demandas del gobierno y la sociedad como un todo.

La previsión de eventos próximos o “la prospección”, presupuestando desde un principio los recursos, constituyen las enseñanzas de esta herramienta económica de Línea base” a favor de las organizaciones, quienes se prepararán mejor para enfrentar las contingencias y los hechos no recurrentes del entorno. Incluso contribuye al análisis de los riesgos que conlleva determinado plan o línea política (u objetivo de trabajo) que el propio gobierno se interese en promover con superior intensidad.

Así por ejemplo, en el área de trabajo de la diplomacia, esta herramienta de la que hablamos, compromete a los tomadores de decisiones a repensar, desde ya, ante un eventual tropiezo absoluto de la Ronda de Doha, lo que sobrevendría y los recursos por prever, en caso que se decidiera la puesta en práctica de mecanismos de negociación alternativos, con los cuales se trataría de “resolver” el polémico expediente de la liberalización del comercio de los sectores centrales de los bienes agrícolas e industriales.

Un mismo ejercicio de proyección podría llevarse a cabo acerca de los impactos sociales y económicos que arrastraría el excesivo aumento de las tasas de contagio del virus AH1N1, particularmente las actividades que se habrán de ejecutar pronto, a efecto de disminuir las consecuencias negativas, como también los costes que son de esperar ante un posible plan de intervención clínica contra dicha pandemia.

Ahora como en Centro América está tan en boga “la cuarta urna” o la consulta popular, por medio del referendum, a fin de decidir la reelección sucesiva o no de los presidentes, un interés manifiesto de don Ortega en Nicaragua, anunciado este fin de semana; lo que sigue y que vale la pena evitar su posposición, de acuerdo con la técnica de “Línea base”, será la proyección de la estrategia política y diplomática, destinada a controlar las corrientes autoritarias, esta vez disfrazadas de legalidad democrática, que están resucitando, porque de evadirla el coste futuro para la paz y la estabilidad de esta región podría ser inaudito.

lunes, 13 de julio de 2009

Vientos desfavorables contra el ALBA.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Así como el ALBA de Hugo Chávez evolucionó hasta transformarse hoy en la principal área de riesgo de los procesos democráticos latinoamericanos, hay que reconocer que tal corriente populista nacionalista de perfil autoritario ha sido también objeto de serios reveses a partir del pasado año.

El primer percance lo experimentó a raíz del ataque militar de las Fuerzas Armadas de Colombia contra la guerrilla de las FARC´s, (Joaquín Villalobos, 2009), que se avituallaba en el territorio interfronterizo del Ecuador. En esa embestida perdió la vida uno de los líderes más prominentes de la insurgencia, allegado además del Presidente Chávez, lo que significó que quedara descabezada, ya que días después murió “Tirofijo”.

Un inminente enfrentamiento militar entre el Ecuador y Colombia se asomaba, aunque se ponía al descubierto la complicidad del Presidente Rafael Correa a favor de las FARC´s, pues había tolerado su estancia en el lado ecuatoriano, colindante con la frontera del territorio colombiano. Prosiguieron los frenéticos y desmesurados discursos de Chávez y Correa, eran evidentemente actos de hostilidad que en realidad se volvieron contra ellos.

De la Organización de los Estados Americanos (OEA) consiguieron apenas un gesto simbólico, ya que el organismo estuvo distante de condenar al gobierno del Presidente Álvaro Uribe, a pesar de haberse comprobado que los militares colombianos penetraron al territorio de su vecino, provocando bajas a la narcoguerrilla, la cual acostumbraba allí a tomar aire y golpear luego bases de sus enemigos. Mientras tanto, un mal olor se escapó en el ámbito internacional, dejando la sospecha de los propósitos del ALBA por desestabilizar a su adversario, el Presidente Uribe.

El veloz ascenso del Brasil como potencia regional ha ido reduciendo los impactos del protagonismo de Hugo Chávez y del ALBA. Múltiples factores han contribuido a intensificar la ofensiva de la diplomacia brasileña. El Presidente Barack Obama, con sus posturas puestas a prueba en provecho del consenso interamericano y del multilateralismo, calificó al gigante latinoamericano como uno de los socios privilegiados de los Estados Unidos de América en el hemisferio, junto con México y Chile, todo lo cual eleva la credibilidad, particularmente del Presidente Luis Ignacio “Lula” da Silva.

El buen desempeño de la economía del Brasil y, de modo especial, los hallazgos de yacimientos petroleros en su océano; el éxito en los proyectos energéticos alternativos, a través de la aplicación y promoción del etanol - en contraposición a los vaivenes en los precios del petróleo y el gas que reducen la chequera venezolana de cara a las ayudas financieras a sus aliados - ha hecho que esta sea de las mejores cartas de presentación de la política exterior de Lula, en lo que respecta a conquistar nuevas áreas de influencia, que trascienden, incluso, la esfera latinoamericana.

Haciendo valer su posición como economía emergente, las tesis brasileñas han logrado colocarse en el temario multilateral, sobre todo las que propugnan por evitar la sequedad de los flujos crediticios en medio de la recesión económica global. Aunadas a su oposición contra las prácticas proteccionistas comerciales, correlato de “la conclusión ambiciosa y equilibrada” de la Ronda de Doha. El punto de vista de Lula tendiente a que sean cedidos espacios de poder a las naciones en desarrollo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Banco Mundial, ciertamente ha calado de manera insuficiente, dada la resistencia de las naciones poderosas del G-8, con todo y ello, la diplomacia brasileña continúa introduciéndolo en los principales foros, por lo que cada vez suma adeptos a favor de dicha causa.

En cambio, la Venezuela de Hugo Chávez, construyendo, según él, coaliciones anticapitalistas, estrecha las interconexiones con sujetos oscuros tales como el presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad, quien reprime, en compañía de los Ayatollahs, las protestas populares contra el fraude que le facilitó la reelección. En este objetivo de recrear bloques extrarregionales, lo acompañan el propio ALBA, los hermanos Castro en Cuba y el vasallo Daniel Ortega; por eso Chávez sale en defensa de las atrocidades de Robert Mugabe en Zimbabwe y de Hassan al-Bashir en la República de Sudán, lo que deja desconcertados a los Estados Unidos de América, Europa y las naciones democráticas.

Las ambiciones de la mayoría de los mandatarios del ALBA por perpetuarse en el poder son conductas “iliberales” que, como sea, los desacredita, por más habida justificación, en cuanto al uso de los mecanismos democráticos, los cuales son deformados, a efecto de satisfacer la voluntad caudillista. Asimismo, se pone de manifiesto la imagen de una alianza sesgada en afianzar el control del Estado y la sociedad, menos proclive a poner en marcha un proyecto social trasnochado, responsable de paralizar los sistemas productivos, ahuyentar la inversión nacional y foránea, como también acrecentar la pobreza de la gente.

No sobra mantener en observación las esquivas reacciones del presidente salvadoreño, Mauricio Funes, por acercarse a los planes bolivarianos de Chávez, guardando cierta distancia del eje La Habana – Caracas. Las desavenencias con su partido el FMLN, pro chavista, han salido a relucir; la designación de los Ministros del gobierno resultó una tarea complicada para el presidente, cuya simpatía por el presidente Lula es más que manifiesta.

Con Funes adherido a las tesis de Lula, podría ser que le fallaran los cálculos al presidente venezolano, por eso tiene lógica pensar en que pronto estuviera alentando en las sombras la escisión del partido oficialista, obligando al mandatario moderado al alineamiento con los líderes radicales. Lo cierto es que Chávez no las tiene todas consigo en El Salvador, su alternativa belicista en el caso del golpe de Estado en Honduras, dejó con la boca abierta a varios dirigentes izquierdistas.

Resulta un mal negocio al ALBA, el que las encuestas favorezcan a los candidatos que giran a la derecha en los próximos comicios de Chile y Uruguay, gobernados actualmente por formaciones políticas de tendencia (neo) izquierdista, con las cuales ha conformado frentes comunes en múltiples oportunidades. Tal convergencia desaparecería del mapa político regional, a causa de que existen enormes probabilidades de que el empresario Sebastián Piñera pueda vencer esta vez a la fragmentada Concertación de Partidos para la Democracia. Y en el Uruguay, el expediente con mancha roja del antiguo guerrillero Tupamaro, José Mujica, resucita historias amargas en la población, lo cual hace difícil la continuidad en el poder del Frente Amplio. Asimismo, el fracaso inobjetable de los Kirchner en las elecciones legislativas de la Argentina presupone un panorama negativo a ambas corrientes ideológicas.

Mucho menos radicalizada, la izquierda gobernante tanto en Chile como en el Uruguay que respetan plenamente el Estado de Derecho, plantean diferencias sustanciales con el bloque del ALBA, particularmente en la visión del funcionamiento del mercado y en el enfoque asignado a las relaciones políticas y económicas con Washington, con quien guarda relaciones dinámicas y escasamente conflictivas.

En lo que sí han coincidido absolutamente el ALBA y la (neo) izquierda latinoamericana, entre otras cuestiones, lo fue en su rotunda oposición a ciertas concepciones sobre democracia hemisférica de la Administración de George W. Bush, especialmente por su relativa intolerancia contra los regímenes democráticos “iliberales”, en la desactivación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), en cuanto al fondo y forma de combatir el crimen organizado transnacional, así como el reingreso de Cuba a la OEA, lo que conlleva el rechazo al embargo comercial que le ha sido impuesto por casi 50 años.

Ricardo Martinelli, el nuevo Presidente de Panamá, le transmitió un mensaje categórico a los líderes populistas aliados a Chávez. Les espetó su rechazo contra la proliferación en América Latina de gobiernos que se resisten al libre comercio y ponen obstáculos a la libertad empresarial y a la atracción de inversiones, dando a entender que su gobierno correrá en vía opuesta a lo proclamado por Venezuela y sus socios en lo concerniente a las relaciones con los Estados Unidos de América, al que prácticamente le confirmó su alianza.

Pareciera que se vislumbra en México un regreso del PRI (Partido Revolucionario Institucional) al poder, tal como lo indican las recientes elecciones legislativas y las celebradas en algunos Estados, en las cuales salió airosa dicha formación, que gobernó por siete décadas, bajo el estilo “de dictadura perfecta” y con la aplicación de una pendular política exterior llena de conceptos profundos, toda vez que le atribuyó prestigio a la nación mexicana en pos de un liderazgo regional y hasta global. Lo contrario a lo que ofrece la chapucería derivada del ALBA.

El ambicioso PRI trabaja solo para sí mismo, se cuida las espaldas, por eso es voluble en las interacciones con formaciones extranjeras. Este partido además de haber contado en sus filas con dirigentes corruptos, otros astutos y diestros en la competencia por el poder, se distinguió por producir pensamiento inteligente y consolidó una estructura de cuadros vertical, hermética y disciplinada, superada tal vez por lo que quedó del Partido Comunista de la desaparecida Unión Soviética. Para mantener su poderío, a México lo condujo a su antojo, pero no cejaba en proyectarlo de una manera acuciosa en las esferas internacionales, así como lo está haciendo Lula con Brasil.

De llegar el PRI al poder, lo más seguro que el ALBA pensará tres veces sus planes expansionistas por América Latina, porque habrá al frente un adversario celoso y difuso, conocedor de estas lides.

Definitivamente que el golpe de Estado en Honduras significa un golpe a la yugular contra el proyecto subimperialista de Hugo Chávez, frenado momentáneamente en el istmo. Al reconocer la pérdida de un peón que lo saca del tablero, pues el sandinista le “embarriala la cancha”, cabe comprender entonces sus incontenibles rabietas contra la afortunada mediación del Presidente Oscar Arias en la solución del conflicto, además del consecuente comportamiento de la Administración Obama de deslegitimar interrupciones por parte de los militares contra los procesos democráticos. Al observar estos hechos positivos, suponemos que el ALBA estaría ingresando, en cualquier momento, a la sala de cuidados intensivos.

lunes, 6 de julio de 2009

Misceláneas internacionales

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

El semestre que acaba de finalizar ha dado demasiado que hablar. La agenda internacional se abarrotó de temas emergentes. Miremos algunos de ellos: el revuelo provocado por los ensayos nucleares del presidente norcoreano Kim Jong Il; la suspensión por parte de Washington y de la Unión Europea de la cooperación destinada al gobierno de Daniel Ortega, a causa de las amañadas elecciones de noviembre pasado; las protestas del pueblo del Irán contra las fraudulentas elecciones que no cejan en su empeño hasta conseguir un conteo confiable de las papeletas, y el alivio que ese conflicto inspira en varias naciones árabes, pues presagian un Irán expansionista que podría estar a las puertas de un proceso de erosión interna.

El golpe de Estado en Honduras originó un enorme disgusto, que a pesar de tratarse de un pequeño país, tuvo resonancia internacional, lo cual vino a unir transitoriamente dos polos opuestos, a saber, Obama y Hugo Chávez, quienes en el ámbito de la Organización de los Estados Americanos lo censuraron. El fracaso electoral de los Kirchner en los comicios legislativos de Argentina, el matrimonio gobernante experto en falsear datos económicos, tampoco pudo pasar por alto en este lapso, lo que deja nuevas sombras en el peronismo, si es que alguna vez ha habido transparencia dentro de dicho “movimiento mítico.”

La negativa de Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, de abrirle, incondicionalmente, el paso a la creación del Estado Palestino, ha puesto en una incómoda posición a la Administración estadounidense, ya que busca mejores vínculos con los árabes. El recuerdo de la masacre de jóvenes opositores en la plaza de Tiananmen (1989), hace que sea imposible olvidar la naturaleza totalitaria y represiva de la China comunista, con todo y su gigantesco Estado capitalista.

Y dónde estará el temido Vladimir Putin, que hace tiempo ni se le oye, ni se le mira? Será que pasó a ser víctima de la reedición de las purgas? De seguro que la “Gran Madre Rusia” continuará siendo fiel a la tradición, como una forma de “solucionar” las divergencias entre el Zar y su delfín, una mecánica en la cual Stalin se entrenó bastante bien. Cerca de allí, los talibanes (narcomafiosos) comienzan a sentir la efectividad de la estrategia militar de Obama, cuyo énfasis es la atención en la guerra de Afganistán, que salpica a Pakistán, y concentrarse menos en el Irak. Los integristas musulmanes han sido castigados severamente en los últimos días por las fuerzas multinacionales, comandadas por los Estados Unidos de América.

“Copy paste”. La obsesión por el poder. Ahora resulta que Muammar Kadhafi, ex terrorista y el líder absoluto de Libia, se decidió a seguir los pasos bolivarianos y subimperialistas de Hugo Chávez en América Latina. Kadhafi propuso nada menos que la creación de un Gobierno africano, el cual pretende dirigir. Tómese en cuenta que el dirigente libio se ha aprovechado, asimismo, de las ganancias nacionales que genera la industria del petróleo y del hierro, para ejercer influencia en las naciones débiles del África, dominadas en su mayoría por déspotas y corruptos.

En el semestre que concluyó hubo aspectos que llenan de optimismo. Asignaturas globales tales como la superación de los desequilibrios financieros y la resequedad del crédito, lo que ha conducido a un periodo de recesión económica, ha puesto a prueba la capacidad de “la cooperación supranacional” y del multilateralismo. Por esa razón, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se han ido escapando de las tesis economicistas y tecnocráticas de la década de 1980, las cuales proclamaban el desmantelamiento del Estado, y en consecuencia que la oferta y la demanda de los bienes y servicios, además de la distribución de los factores de la producción, recayera en manos de los mercados desregulados. La tesis del Estado de bienestar ha cobrado mayores bríos.

Un pensamiento similar se ha percibido en el abordaje global de cuestiones relacionadas con el cambio climático, la seguridad energética, la seguridad alimentaria, en los objetivos de la Cumbre del Milenio hacia la superación de la pobreza, en la insistencia en la creación de empleos, habida consideración de ponerse un acento mayor en tales principios de la “cooperación supranacional” y de la diplomacia multilateral, lo que incluye la relevancia asignada a las organizaciones internacionales y al rol no menos destacado de foros como el G-20, el de las economías emergentes (China Popular, India, Brasil, Rusia), el Grupo Cairns, etcétera, toda vez que han venido ejerciendo un poder interesante en las decisiones mundiales.

Quizás este cambio de enfoque en la dinámica de las relaciones internacionales, el cual tiende a modificar la visión unilateral, basada en la hegemonía e imposición, pueda contribuir a perfeccionar algún día los principios de autodeterminación y de no injerencia en los asuntos domésticos de las naciones, de suerte tal que sean favorecidas las acciones colectivas en la defensa de la democracia y los derechos humanos. Lo que se está presenciando en Honduras puede ser el primer experimento.