lunes, 20 de julio de 2009

Proyectar fenómenos de las ciencias sociales

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Las ciencias económicas y los enfoques de gerencia empresarial y administrativa han producido un cúmulo de conceptos, metodologías y herramientas de trabajo que merecen la debida atención de las restantes disciplinas de las ciencias sociales, incluyendo desde luego las que se ocupan del estudio de los fenómenos políticos nacionales y los de la aldea global, como de este modo el maestro Manuel Formoso Herrera interpreta la dinámica del mundo.

La economía y la administración han aportado notables conocimientos prácticos al desarrollo costarricense. De ahí que las políticas de ajuste estructural de la década de 1980 se integraron en este país de manera favorable, facilitando la modernización y diversificación de su sistema y aparatos productivos. Lo contrario ocurrió en las otras economías latinoamericanas, cuyos efectos originaron verdaderos “shocks”, acompañados de dramáticos desequilibrios políticos y sociales.

La recuperación de las finanzas públicas y la fortaleza del sistema financiero costarricense en la última década, presuponen la correcta aplicación de instrumentos de política fiscal y monetaria, con los cuales se ha conseguido la estabilización macroeconómica y microeconómica, al extremo que la contracción y la recesión internacionales ha vulnerado escasamente el rendimiento de la producción nacional.

Las misiones y las visiones de avanzada de las unidades productivas, complementadas con las estrategias de atracción de inversiones directas de elevada calidad y la aparición de empleos más cualificados, transformaron la demanda y la oferta agregadas, lo que ha dado lugar también a la inserción de los servicios como el turismo y los bienes raíces, que crean mayor valor al sistema económico de este país.

Por eso no deja de crear intranquilidad la relación inversa entre la madurez del desarrollo social, fortalecimiento democrático institucional y de los mecanismos de representación democráticos de Costa Rica, en comparación con los de múltiples naciones vecinas, que llevan años de rezago en cuanto a estos presupuestos republicanos.

Con todo y sus limitaciones, las políticas públicas derivadas del Estado costarricense reforzaron la gobernabilidad y la innovación productiva, no obstante de que ha habido cierta indecisión en la tocante a ejecutar la reforma de la administración pública y en promover la descentralización y la desconcentración efectiva de múltiples instituciones del Poder Ejecutivo.

Lo interesante es que el sector público, por contribuir en grado superior al progreso nacional, busca la manera de equipararse a los extraordinarios avances que experimenta el sector privado. En dicha dirección, valga resaltar a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, empeñados con la utilización de la técnica “Línea Base” dentro del presupuesto fiscal, con la que se llevan a cabo “proyecciones formales de recursos a obtener y ejercer para un ejercicio fiscal o más, adicionales al año del presupuesto (vigente) a autorizar o autorizado”, toda vez que toma en consideración las nuevas condiciones macroeconómicas, los efectos de “propuestas de política alternativa” que tienden a determinar (o impactar) “el sendero fiscal del Gobierno” en un plazo específico.

La referida técnica se fundamenta en que el presupuesto fiscal tampoco es estático, pues se retroalimenta de las realidades cambiantes; que está sujeto a nuevas necesidades, correlacionadas con líneas y objetivos de política; se orienta a atenuar las fluctuaciones económicas del medio (inflación, variaciones en el tipo de cambio, incremento o disminución del PIB, el comportamiento del déficit o superávit fiscal, etcétera); con el uso de tal herramienta se pretende reducir la incertidumbre en función del gasto público, proporcionando “un horizonte previsible y estable”. Ofrece además la lección en que sobre la base de cálculos de futuros ingresos fiscales se pueden satisfacer las posibles demandas del gobierno y la sociedad como un todo.

La previsión de eventos próximos o “la prospección”, presupuestando desde un principio los recursos, constituyen las enseñanzas de esta herramienta económica de Línea base” a favor de las organizaciones, quienes se prepararán mejor para enfrentar las contingencias y los hechos no recurrentes del entorno. Incluso contribuye al análisis de los riesgos que conlleva determinado plan o línea política (u objetivo de trabajo) que el propio gobierno se interese en promover con superior intensidad.

Así por ejemplo, en el área de trabajo de la diplomacia, esta herramienta de la que hablamos, compromete a los tomadores de decisiones a repensar, desde ya, ante un eventual tropiezo absoluto de la Ronda de Doha, lo que sobrevendría y los recursos por prever, en caso que se decidiera la puesta en práctica de mecanismos de negociación alternativos, con los cuales se trataría de “resolver” el polémico expediente de la liberalización del comercio de los sectores centrales de los bienes agrícolas e industriales.

Un mismo ejercicio de proyección podría llevarse a cabo acerca de los impactos sociales y económicos que arrastraría el excesivo aumento de las tasas de contagio del virus AH1N1, particularmente las actividades que se habrán de ejecutar pronto, a efecto de disminuir las consecuencias negativas, como también los costes que son de esperar ante un posible plan de intervención clínica contra dicha pandemia.

Ahora como en Centro América está tan en boga “la cuarta urna” o la consulta popular, por medio del referendum, a fin de decidir la reelección sucesiva o no de los presidentes, un interés manifiesto de don Ortega en Nicaragua, anunciado este fin de semana; lo que sigue y que vale la pena evitar su posposición, de acuerdo con la técnica de “Línea base”, será la proyección de la estrategia política y diplomática, destinada a controlar las corrientes autoritarias, esta vez disfrazadas de legalidad democrática, que están resucitando, porque de evadirla el coste futuro para la paz y la estabilidad de esta región podría ser inaudito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario