martes, 30 de junio de 2009

“La encrucijada de la India”

Por: Bach. Jorge Umaña Vargas/Internacionalista

La República de la India es el segundo país más poblado del mundo (después de su vecino China) con 1.100 millones de habitantes, en su territorio se hablan más de 100 lenguas diferentes y además es poseedor de 3.287.590 km² de terreno, convirtiéndolo en el séptimo país más extenso del planeta[1].

Actualmente su economía es muy dinámica. Sin dejar de lado su tradicional agricultura (arroz, trigo, maíz, cebada, té, café, caña de azúcar y en menor medida tabaco)[2], ha incursionado en otros campos como la minería, la ganadería[3] y por supuesto, como efecto del liberalismo económico, la industria tecnológica y la globalización en los últimos años, se ha desarrollado una amplia clase media, con excelentes niveles de educación, resultando ser una mano de obra especializada y relativamente barata.

Esta situación ha hecho de la India un mercado apetecido por grandes empresas tecnológicas que, tratando de abaratar sus costos de transacción, buscan en la especialización india una herramienta de gran utilidad.

En relación al comercio, el avance es abismalmente positivo. Mientras que en 1990 el porcentaje de exportación con relación al Producto Interno Bruto (PIB) llegaba a un 9%, 15 años después casi lo triplicaba, alcanzando un 25%. Asimismo, 78% de la esa exportación corresponde a productos manufacturados y de alta tecnología[4]. Estos datos son evidencia de un veloz y eficaz crecimiento económico.

Siguiendo esta misma línea, pareciera ser que la India está destinada a ser un país de mucha prosperidad. Así lo han visualizado otros grandes países como Estados Unidos (EEUU) y China. Tanto los primeros como los segundos han puesto su mirada en la India, pues ambos lo consideran como un aliado estratégico a fin de alcanzar su propio desarrollo e intereses dentro de la región asiática. En este sentido cabe señalar que “Nueva Delhi parece no querer ser un simple socio de China o EEUU: India sigue su propia estrategia y utilizará el interés que los demás tienen por ella para reforzar su propio estatus como potencia en ascenso”[5].

Esta situación permite pensar que la India, poco a poco, se afianza como una potencia regional en el Asia, independizando su política exterior y participando más activamente y con mayor propiedad de los foros internacionales. Incluso, algunos analistas señalan que “India ha utilizado sus nuevas relaciones con las potencias para defender sus intereses en el subcontinente (…) manteniendo un equilibrio mientras pueda compatibilizarlo con su autonomía, algo que confía en poder explotar en el futuro”[6].

Con respecto a la idea anterior, no se puede pasar por alto que la India es una potencia nuclear mundial. Esto hace que este país sea partícipe de la geopolítica mundial actual: para EEUU oponerse a la citada capacidad nuclear india, “simplemente aseguraría la primacía de China en la región asiática”[7], lo cual no compatibiliza con los planes norteamericanos. Esta situación asegura cierta autonomía en la política exterior de la India, pues no conviene quedar “en malos términos” con esta nación asiática.

Este punto que se toca en el párrafo pasado, se puede notar en el fenómeno del nuevo meridionalismo que describe el analista Dejan Mihailovic. Éste “se trata de una alianza heterogénea compuesta por varios países que tienen un propósito común, esto es, buscar un equilibrio en la estructura actual del poder global limitando los poderes tradicionales de los bloques regionales hegemónicos”[8]. La primera concretización del nuevo meridionalismo obtuvo su verificación empírica mediante la creación del grupo conocido como G-20 y sus iniciativas y acciones dentro de las actividades de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El propio autor afirma que India es uno de los países que lidera este tipo de iniciativas, las cuales de una u otra forma demuestran el nuevo rol protagónico que busca India, y que sus políticas, así como sus circunstancias específicas han facilitado la obtención del mismo.

Según el propio Mihailovic la India, como uno de los líderes principales de este nuevo meridionalismo, buscaría incluso romper con la geopolítica imperial “promoviendo la integración interregional y el desarrollo endógeno, autocentrado y, finalmente, crear una nueva configuración del poder global”[9], facilitando el surgimiento de nuevos actores globales, entre ellos obviamente la propia República de la India.

Hasta el momento parece ser que la India navega por las aguas que lo llevarán a buen puerto; que nada detendrá a esta gran nación (la democracia más poblada en el mundo); que está condenada al éxito. Pero no todo es tan sencillo como parece.

Actualmente, la India ocupa el puesto número 132, de 179 países, dentro de las posiciones del Índice de Desarrollo Humano[10], el porcentaje de su población que vive con $2[11] o menos supera el 75%, todavía un 11% de su población no tiene acceso a fuentes de agua potable, 46% de sus niños (de 0 a 5 años) están por debajo del peso normal, existe un 34,8% de analfabetismo en la India, y 16 de cada 100 personas mueren antes de cumplir los 40 años[12].

Además de ello, el gasto en salud del sector público no alcanza el 2% del PIB[13], aproximadamente el 50% de la población no está inmunizada contra el sarampión, menos de la mitad de los partos anuales es atendida con personal sanitario especializado y un 20% de su gente se cataloga como población desnutrida. En el campo económico, el 20% más rico ostenta el 43,3% de las riquezas, mientras que para el 10% más pobre “se logra escapar” el 3,9% de esa riqueza[14].

Los desplazados por conflictos internos ascienden a 600 mil personas. Las ciudades de Nueva Delhi y Mumbai (ambas ciudades de la India) se encuentran entre las ciudades más peligrosas del mundo, con un porcentaje de delincuencia de 31,8 y 30,5 por cada cien habitantes, respectivamente. Un escandaloso número de 3,5 agresiones sexuales por cada cien habitantes son parte de la vida diaria de ambas ciudades, y esta nación no ha ratificado los Convenios para la abolición del trabajo infantil ni Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes[15], lo cual deja abierta la posibilidad de que se den este tipo de incidentes a lo interno de su basto territorio, y puede generar inestabilidad en el propio país.

Ante esta circunstancia, que demuestra una clara sociedad desigual, es válido preguntarse: ¿para qué tanto desarrollo económico si no se ve reflejado en la población? Precisamente esta es la encrucijada que se presenta hoy ante la India. Es importante recordar que el Estado se crea en principio para el bien de las mayorías. Los grandes teóricos de este tema, como Thomas Hobbes (y su Leviatán) o John Locke (y su Sociedad Civil)[16], si bien tenían sus divergencias, la gran mayoría concordaba en que el Estado era una alternativa para organizar a las poblaciones y ofrecerles relaciones más pacíficas, ante las dificultades que suscitaba el trato entre iguales, por medio de un representante que obtenía ciertos poderes por consentimiento mismo de sus pobladores, a fin de proveer las condiciones de desarrollo necesarias para vivir en comunidad. Es decir, se renunciaba a ciertos derechos individuales, con el objetivo de vivir mejor en un contexto de sociedad.

Siguiendo esta línea, el gobierno electo popularmente de la India tiene un gran reto por delante, por un lado, seguir creciendo y asegurándose un lugar privilegiado en el entorno internacional político y económico- como bien lo ha venido haciendo- y por el otro, cerciorarse de que los beneficios de sus políticas, del comercio y de los negocios internacionales recaigan sobre sus pobladores más necesitados. Para lograrlo, ha implementado un sistema que permite fortalecer fuertemente el ámbito de la educación, creando una clase media importante.

Pero eso no debe quedar allí. Es necesario que la educación alcance también a las poblaciones menos privilegiadas, a fin de asegurarles oportunidades de desarrollo y alternativas para superar la pobreza, tal como el propio país lo ha ratificado en múltiples instrumentos internacionales, así como para lograr el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM)[17].

Además de la educación, es necesario que la India se enfoque en mejorar sus índices de salud, mortalidad infantil, acceso a agua potable, y seguridad ciudadana si busca aspirar a lograr los grandes y ambiciosos objetivos que parece ser que persigue. Debe destinar recursos y esfuerzos a la igualdad de género, erradicar la pobreza extrema y el hambre, crear mecanismos de acceso a la salud y a la educación de los más necesitados y fortalecer su democracia para que sus pobladores validen las decisiones de sus gobernantes.

India ha sido la cuna de grandes pensadores, de uno de ellos- tal vez el más importante- Mahatma Gandhi, he extraído estos dos pensamientos valiosos: “Mi concepto de democracia consiste en que el más débil debe tener las mismas oportunidades que el más fuerte” y “toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido”. Aprendiendo del citado maestro, la India debe tratar al máximo de generar las mismas oportunidades a lo largo de todo su territorio, a fin de regalar una sonrisa a sus pobladores más necesitados, que nunca han tenido una.

Por último, cabe afirmar que es indudable que la República de la India es un país que ha logrado importantes metas desde su independencia en 1947 (como se analizó anteriormente), pero en la medida en que logre atender las necesidades de sus pobladores más necesitados, disminuyendo las disparidades sociales, será una verdadera potencia desde todas las aristas posibles: esta es su gran encrucijada.

Bibliografía

▫ Delage, Fernando. “La nueva geopolítica asiática”. En revista: Anuario Asia-Pacífico. 2005.
▫ Enciclopedia Wikipedia. “India”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://es.wikipedia.org/wiki/Bharat#cite_note-0
▫ Mihailovic, Dejan. “Geopolítica y orden global: posibilidades para un nuevo meridionalismo”, En: Revista Razón y Palabra, revista electrónica de América Latina especializada en comunicación. Número 62. ISSN 1605-4806. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.razonypalabra.org.mx/n62/dmihailovic.html
▫ Ministerio de Comercio e Industria de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://india.gov.in/outerwin.htm?id=http://commerce.nic.in/
▫ Ministerio de Estadísticas e Implementación del Programa de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://mospi.gov.in/
▫ Portal Oficial del Sistema de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/poverty.shtml
▫ Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://hdr.undp.org/en/statistics/
▫ Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Mundiprensa libros S.A. Editorial Aedos S.A., Barcelona, España. 2005.
[1] Enciclopedia Wikipedia. “India”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://es.wikipedia.org/wiki/Bharat#cite_note-0
[2] Ministerio de Comercio e Industria de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://india.gov.in/outerwin.htm?id=http://commerce.nic.in/
[3] Según datos del Ministerio de Estadísticas e Implementación del Programa de la India, ésta posee el mayor patrimonio bovino del mundo, aunque por motivos religiosos se prohíbe el consumo de carne, pues las vacas son animales sagrados para los hinduistas, religión mayoritaria en el país. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://mospi.gov.in/
[4] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Mundiprensa libros S.A. Editorial Aedos S.A., Barcelona, España. 2005.
[5] Delage, Fernando. “La nueva geopolítica asiática”. En revista: Anuario Asia-Pacífico. 2005. Pág. 21.
[6] Delage, Fernando. Ibíd. Pág. 22.
[7] Delage, Fernando. Ibíd. Pág. 22.
[8] Mihailovic, Dejan. “Geopolítica y orden global: posibilidades para un nuevo meridionalismo”, En: Revista Razón y Palabra, revista electrónica de América Latina especializada en comunicación. Número 62. ISSN 1605-4806. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.razonypalabra.org.mx/n62/dmihailovic.html
[9] Mihailovic, Dejan. Ibíd.
[10] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://hdr.undp.org/en/statistics/
[11] Dólares estadounidenses.
[12] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Ibíd.
[13] A pesar de sus 691,2 miles de millones de dólares estadounidenses anuales.
[14] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Ibíd.
[15] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Ibíd.
[16] Entre muchísimos otros que aportaron grandemente al tema.
[17] Al respecto, destacan los objetivos de erradicar la pobreza extrema y el hambre, educación universal, reducir la mortalidad infantil y asegurar la igualdad de género, por citar algunos. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde Portal Oficial de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/poverty.shtml

lunes, 29 de junio de 2009

Honduras: las Fuerzas Armadas vuelven por sus fueros.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Para infortunio del diálogo institucional, Manuel “Mel” Zelaya, el presidente de Honduras y parte del club de mandatarios excéntricos (y populistas) latinoamericanos, fue derrocado por las Fuerzas Armadas de su país, este fin de semana. Esa institución se cansó de su efímero retiro a los cuarteles, le hacía falta “el ruido de los sables”; contra ella sería injusto borrar su oscuro servilismo a favor de los oscuros intereses de la United Fruit, la poderosa compañía bananera transnacional que importó mano de obra negra semiesclava en el siglo XlX, la que le sirvió en sus plantaciones en condiciones miserables.

Brazo visible de la United Fruit, (emblema de “la república bananera”), hasta casi finalizar el siglo XX, la que abarca la mayor parte de los ingresos del presupuesto nacional, la institución armada ha sido una especie de “dios” en toda la historia de vida independiente de la nación hondureña, de las más pobres del continente, después de Haití. La rancia clase conservadora nacional, especialmente la terrateniente, que ha asesinado sacerdotes en Olancho, se integró a ese bloque histórico hegemónico, ocupándose de obstaculizar cualquier tipo de reforma, sino que sea testigo de ello el general Osvaldo López Orellano en la pasada década de 1970, quien se decidió por la vía de ejecutar tímidos cambios sociales.

Honduras, exportador de migrantes, ha sido castigada por una profunda inequidad social y extrema pobreza, ignorancia y desempleo enraizadas en “el código genético nacional”. En las últimas décadas, ese país ha debido lidiar con la complicada injerencia militar estadounidense en la base de Palmerola (“la plaza de armas”) en tiempos de “la contra” nicaragüense; con los desastres naturales con impactos indescriptibles contra las poblaciones y la infraestructura; la violencia de “las maras” y de las bandas criminales organizadas; el Sida y la gripe A; la desenfrenada corrupción, etcétera.

Con un bajo índice de aceptación popular, un 25% apenas lo respalda de acuerdo con las encuestas, Mel Zelaya se adhirió al ALBA de Hugo Chávez, una figura que, por cierto, es repudiada por los hondureños. A partir de allí comenzaron sus dificultades; luego decidió aumentar los salarios mínimos, todo lo cual creó un clima de férrea oposición por parte de las clases empresariales, que sospechaban además de la intromisión “Chavista” en los asuntos domésticos.

Según las versiones de la oposición antiizquierdista el apoyo financiero que el gobierno venezolano proporciona al presidente Manuel Zelaya ha venido condicionado por una serie de compromisos obligatorios: además de incorporarse a la Alba, lo ha sido alinearse con el eje La Habana-Caracas, enfrentarse contra Estados Unidos, establecer relaciones con el Irán, modificar la Constitución Política, tomar el control de los poderes públicos, cometer fraude electoral para eternizarse en el poder, limitar la libertad de prensa y de expresión, como también perseguir la Iglesia Católica y la oposición política (Uno América, 2009).

El Ejército miraba de reojo las decisiones del presidente, aun así se mantuvo ajeno de las disputas políticas, una conducta que debió repetir con la controvertida encuesta política que a Zelaya se le metió en la cabeza emprender, con miras a encontrar respaldo a su convocatoria a la Asamblea Constituyente, mediante la instalación en las elecciones de noviembre de los corrientes de la “cuarta urna”, denominada irónicamente como “la urna de la continuidad”.

Por su parte, la oposición de los otros Poderes de la República se acentuaba, incluso la del oficialista partido Liberal, que lo ayudó a conquistar el poder. Las Fuerzas Armadas, finalmente, se insubordinaron, más cuando el presidente destituyó a Romeo Vásquez, el Jefe Superior (restituido inmediatamente después por la Corte Suprema), quien se opuso a cooperar con la encuesta que se iba a realizar este domingo.

En un principio se presumía que tales contradicciones que afloraban en Tegucigalpa eran el resultado del humor propio de “un Estado jocoso”, al tenor de la fragilidad de las instituciones democráticas, sea algo similar a lo acontecido en Nicaragua, donde lo que menos tiene asidero es el imperio de la ley; o que podrían estar bastante lejanas de los desmanes del “Estado paralelo” que funciona en Guatemala, que a decir verdad logró secuestrar al “Estado oficial”, tal como aparece claro en el asesinato del abogado del abogado Rosenberg, del cual se responsabiliza directamente al presidente Álvaro Colom y allegados cercanos.

Lamentablemente, los hechos de esta semana nos hacen ser presa del pesimismo. Lo que hay que preguntarse entonces, es si estas tres hermanas naciones están a punto de la posición de una “caída libre”. Casi que se comienzan a contabilizar los 200 años de haber conquistado la independencia del Imperio de España y, con excepción de Costa Rica, la región registra déficits en la consolidación democrática al igual que en equidad y cohesión social, precaria infraestructura y desarrollo económico ampliamente postergado.

Rematando con tal pesimismo, un experto en seguridad multidimensional de la Organización de los Estados Americanos acaba de advertir que el istmo vive en medio de “una guerra civil no declarada”, a causa de la violencia, incremento de los homicidios, proliferación de armas ilegales y el alto perfil del crimen organizado. Pues que Dios nos coja confesados.

A pesar de esta cruda realidad, Costa Rica tiene por delante el compromiso de insertarse cada vez más en Centroamérica, convertirse en apóstol y profeta, denunciando con franqueza los abusos del poder establecido y los retrocesos políticos, promoviendo sus valores democráticos y civilistas y haciéndolos omnipresentes, en especial combatiendo sin descansar los financiamientos a las Fuerzas Armadas.

Nada se gana con ser excesivamente “selectivos” en los vínculos con esta región o hacer uso de la ligereza en abordar cuestiones relacionadas con el proceso de integración. Por el contrario, el destino nacional está sujeto en buena medida a esta dinámica histórica y política regionales. De este modo, el presidente Oscar Arias Sánchez lo había interpretado perfectamente con su plan de paz en la década de 1990 y así lo percibió con gran tacto político en la conferencia de prensa de este domingo al recibir al presidente Manuel Zelaya en el aeropuerto “Juan Santamaría”.

Sin duda que falta un largo camino por recorrer para que impere la justicia social y el Estado de Derecho en estas naciones vecinas. Hoy se ciernen otras amenazas y se desentierran prácticas malévolas que se presumían ya colocadas en el obituario, que le ponen piedras a dicho desafío. Por el momento, hay que aplaudir las reacciones decisivas de la comunidad internacional contra el golpe de Estado en Honduras y, en particular, de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que está haciendo respetar valientemente la Carta Democrática Interamericana, de cuya invención Costa Rica fue autora principal.

viernes, 26 de junio de 2009

Elecciones 2010: con el naipe completo

Por: Lic. Claudio Alpízar Otoya/Politólogo

Luego de las convenciones en los partidos Acción Ciudadana y Liberación Nacional, prácticamente se completó la oferta política de los candidatos que deberán considerar los costarricenses para las elecciones del 2010. La mayoría de nuestros analistas políticos tienden a ser muy tibios en sus análisis previos a una elección, y muy duros y “certeros” en sus juzgamientos posteriores a los eventos políticos. En mi caso prefiero correr el riesgo de atreverme a pronosticar en estas páginas de la Prensa Libre. A sabiendas de que en política no se puede aplicar un “ceteris paribus”, pues las realidades son cambiantes.

Todo parece indicar que la lucha será entre Laura Chinchilla (PLN), Ottón Solis (PAC), Otto Guevara (ML) y Rafael Ángel Calderón (PUSC) –aún en duda-, por ahí podría colarse Rolando Araya (AP), más cuando su hermano ha quedado fuera de la lucha por la presidencia de la República. Si aparecen otros, poca oportunidad o relevancia tendrán, tanto para los ciudadanos como para los medios de comunicación.

De ese grupo mencionado la única novedad, y que dará frescura al proceso, tanto por el hecho de ser la primera mujer con posibilidades de presidir el país, como por ser su primer intento, es la Sra. Laura Chinchilla. Ella deberá demostrar a lo Ángela Merkel en Alemania o a lo Michelle Bachelet en Chile, que sus capacidades trascienden a la novedad en genero; que su preparación y sus propuestas pueden dar continuidad a los temas y proyectos que quedarán pendientes de la actual administración. Tiene dos columnas claves para su campaña, el asunto mencionado del genero, y el representar la continuidad de un Gobierno que goza de una clara empatía con los sectores mayoritarios de la sociedad - a pesar de que algunos intelectuales y ofuscados políticos intenten demostrar lo contrario- lo que confirmo tanto la convención liberacionista como el referéndum del TLC, y que se suma al respaldo evidenciado por las encuestas de opinión pública.
Su debilidad podría estar en la misma ventaja, pues deberá enfrentar a “expertos” en proponer sus nombres al electorado nacional. Ello le exigirá no solo una presencia escénica más solida y natural, sino también entrarle por el fondo a temas recurrentes en cualquier elección nacional. En esta campaña el “guante blanco” no será distintivo para tratar a una mujer, puesto que para evitarlo privarán las propuestas y no las posturas en sus contrincantes, espacio apropiado para la dureza de la oposición ante el sexo “débil”, un beneficio para el elector.

El PAC apuesta todo a su único líder y fundador Ottón Solis, quien tiene por fortaleza el conocimiento a profundidad de la problemática nacional, hombre estudioso y metódico, tanto como la percepción de su personalidad: intransigente y dogmática, aunque en precampaña dio visos por dosificarse. Empero, aún no lo suficiente para suavisar su imagen, ante un electorado que históricamente ha valorado como parte de su decisión de voto, las bondades de simpatía en la personalidad de los candidatos, sino que nos lo diga Abel Pacheco, José Ma. Figueres y en alguna medida Rafael A. Calderón F.

También tiene su mayor debilidad en la propia fortaleza, pues su conocimiento temático no ha sido acompañado de la innovación en sus propuestas, y pareciera que su tercera campaña será la repetición de ideas que han sufrido varias derrotas en doce años de promoción. El electorado le exigirá que las maquille con un “rubor” de actualidad. Algunos apuestan que será el gran opositor de la candidata oficial, yo mantengo algunas dudas.

Otto Guevara (ML) es quien sustenta esas dudas, pues podría convertirse en el mayor contendiente de Laura Chinchilla (PLN). En el electorado nacional existe una gran masa acéfala de socialcristianos, que en algún momento apoyaron al PAC, pero que ante algunas posiciones no compartidas perdieron su ilusión en esa alternativa; no son socialdemócratas, lo que por “default” los descalifica de ese sentido de pertenencia. Además, el Sr. Guevara no solamente ha realizado un cambio de colores en su publicidad, hoy matizada con un suave azul y rojo; ha levantado la bandera de la corrupción, queriendo arrebatársela al PAC, pero enfocada en la figura emblemática del PLN: Don Pepe Figueres. Además sus primeros pasos políticos los dio en el PUSC.

En el tema del marketing político Guevara tiene cualidades como: su irreverencia, su tono de voz vehemente y su aspecto físico, que lo hacen el mejor candidato, con muchas aristas para explotar desde el punto de vista del mercadeo. Aunque por el fondo sus ideas de libre mercado lo encasillan en un discurso repetitivo y poco solidario, en el cual prácticamente el pobre queda huérfano de la ayuda del Estado, un sector en el cual el PUSC con propuestas populistas “pesco” mucho. Además su pensamiento contraviene el reciente retorno de los tiempos keynesianos, sumado al gran peso ideológico en el nombre del partido. Pudiera ser que su imagen de “galán” sea la competencia de Sra. Chinchilla en el sector femenino, pues ellas se podrían ver tentadas a escoger entre el gusto y el género, todo un dilema.

Por su parte Rafael A. Calderón -si sale bien del juicio legal- será el candidato del PUSC. Por decisión propia, y por falta de recambio en ese partido, se presentará a un segundo juicio: el político, que desde mi perspectiva fue el primero que perdió, pero parece que desea confirmarlo en las urnas. Un partido que ante la despreocupación de renovar sus estructuras, ha castigado al antiguo caudal electoral a ser como el “judío errante”. Su apuesta será seleccionar diputados para que se le considere políticamente, pero a la vez pondrá en el tapete un tema de sumo gusto del ML y el PAC: la corrupción. Pienso que la decisión del Sr. Calderón es autoflagelarse, ignorando con arrogancia la memoria colectiva. Su fortaleza, sin duda, el don de palabra y sus capacidades para el trato personal, pero en estos tiempos eso ya no es suficiente para ganar una elección.

Rolando Araya con Acción Patriótica, si llega a candidato, no tendrá ninguna posibilidad, no será más que una alternativa para el sector académico, que deberá escoger entre él y el PAC, tercer golpe para este partido, si lo sumamos al votante liberacionista que regreso al PLN y el socialcristiano del PUSC que no encontró cabida en el PAC.

Da la impresión que solo ante un error de estrategia en el PLN o por alguna “novedad extraordinaria” en alguno de sus contrincantes, Laura Chinchilla pueda alejarse del evento histórico de ser la primera mujer presidenta en Costa Rica. Algo que también facilita la dispersión de la oposición, tan solo una segunda ronda podría cambiar el panorama.

lunes, 22 de junio de 2009

El Irán en pos de la apertura.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

El error imperdonable que los Estados Unidos de América y Occidente podrían cometer es intervenir directa o indirectamente en la disputa entre conservadores y reformistas islámicos que tiene hoy en vilo al Irán, la antigua Persia. Una civilización resentida por las humillaciones y atropellos de parte de Occidente, a los que se ha visto sometida en buena parte de su trayectoria como nación. Agobiada todavía por los impactos de la guerra fronteriza contra su vecino el Irak (1980 – 1981), al sufrir bajas por casi un millón de personas; así, porque al mismo tiempo ha vivido arraigada fuertemente a la tradición de su propio nacionalismo persa - musulmán chiíe, y a los amargos capítulos, aquellos, a los que la condenaron las invasiones de Alejandro de Macedonia (siglo Vl a.C), posteriormente las de los seléucidas, los romanos y los bizantinos.

Más acá sobrevino la conquista árabe, que la islamizó en el siglo Vll d.C, aunque luchó decididamente por conservar la marcada individualidad persa, esto quiere decir su lengua, cultura, artes y letras. El pueblo iraní fue igualmente escenario de la invasión de los mongoles en 1258 y de la respuesta militar otomana contra éstos, tres siglos después, lo que abrió paso inmediatamente a la unificación nacional en tiempos del Shah Abbas (1557-1629), tras la expulsión de los turcos y portugueses. El Irán ya consolidado llegó a expandir su hegemonía hasta Siria, la India y una parte de Afganistán, por un corto periodo; todo lo cual fortaleció dichos sentimientos e ideas nacionalistas, influidas además por los intelectuales panislámicos sirios.

En la era contempóranea, las ambiciones de los ingleses y también de los rusos salieron a relucir en el Irán, como en el resto del Asia Central, sobre todo en la repartición del país, particularmente el apetito por las zonas de influencia económica, lo que a la postre significó el dominio de las riquezas petroleras y del gas. En esto sacaron ventaja real los ingleses, los que se adjudicaron múltiples concesiones. La ocupación militar durante la Primera Guerra Mundial por parte de los ingleses y rusos hizo reventar el nacionalismo persa, el cual dio cabida a la revolución de 1921. Con ella, se denunciaron todos los tratados que “reconocían derechos de extraterritorialidad” a tales potencias; asimismo, fueron canceladas las concesiones petroleras a favor de los extranjeros, agregadas a una moderada reforma social, la que incluso suavizó algunas disposiciones islámicas que discriminaban a las mujeres.

De este modo, el Irán “se rebautizaba”, por lo que llegó a mantener una posición de neutralidad en la Segunda Guerra Mundial, un comportamiento que disgustó a los aliados. Por eso derrocaron al Shah Reza Khan, promotor de un Estado moderno y militarmente robusto. Inmediatamente después, los aliados instalaron en el poder al hijo de Reza: el Shah Muhammad Reza Pahlevi, quien gobernaba “bajo la tutela anglo- soviética”. Antecedido por la tradición nacional, le fue dificilísimo al nuevo Shah de Irán contener el nacionalismo (coaligado con la izquierda local), como al mismo tiempo impedir el arribo al cargo de primer ministro de Mohammed Mossadegh, decidido a intentar otra vez las nacionalizaciones de la industria del petróleo y del gas, pues los ingresos derivados de los energéticos, como antes, siguen representando casi el 75% del total de los ingresos producidos por la economía nacional.

La vieja historia de siempre: la CIA estadounidense patrocinó una gran represión que acabó con las reivindicaciones nacionalistas de Mossadegh. De aquí en adelante, las potencias occidentales tuvieron el camino abierto para conducir a su antojo al Irán, con el favor de su súbdito, Reza Pahlevi, bastante dócil a la penetración en el país de los intereses de las transnacionales petroleras. Su entreguismo iba más allá: él se atrevió a des-islamizar al país, ganándose por ello el odio de múltiples sectores, entre ellos el clero religioso, el pueblo en su mayoría musulmán, los integristas religiosos y de la propia izquierda (luego marginada de la Revolución Islámica) que favorecía la economía mixta. Todos ellos crearon un bloque insurreccional, a fin de derribar en 1979 al régimen prooccidental del Shah, basadas en los postulados de la fe islámica, tal como lo traducía el líder religioso el Ayatollah Ruholah Khomeini.

Al final, el poder recayó abusivamente en manos de Khomeini y los integristas islámicos, los que impusieron un régimen teocrático fundamentado en la Ley Sharia y el sistema de Velayet el – Faqih, en el que a resumidas cuentas la religión (islámica) tendría primacía sobre la política, confiriéndole al Ayatollah el poder supremo, incluso en la política exterior. Todo esto ha sido una justificación para las veladas violaciones a los derechos humanos en el Irán. El fanatismo religioso se ha sobresaltado, lo que ha implicado la enemistad contra “los infieles” Occidentales y los judíos – israelitas. No fue entonces por casualidad que el Presidente George W. Bush llegara a conformar “el eje del mal”, en el que estaría incluido Irak, Corea del Norte e Irán, más por cuanto este último ha venido enriqueciendo uranio y construyendo reactores nucleares con el respaldo ruso, y que los Estados Unidos de América niega que sean para fines pacíficos.

Percatándose de la peligrosa sensibilidad del nacionalismo iraní, al cual le es inaceptable la intromisión externa en los asuntos domésticos, el Presidente Barack Obama ha actuado correctamente en mantenerse cauteloso frente al desenlace que tuviera dicho conflicto, que no es sino el resultado de la inconformidad del pueblo contra el despótico “establishment” religioso político, guiado en este instante por el Ayatollah Alí Khamenei, mecenas a su vez del actual presidente ultraconservador Mahmoud Ahmadineyad, quien ha hecho de la economía un caos.

El presidente iraní y su grupo han sido incapaces de enfrentar de manera apropiada los efectos sociales, causados por el descenso y la inestabilidad mundial en los precios del petróleo, así como el impacto de la recesión global, que ha arrastrado desajustes en el comercio externo y en la disminución del crédito e inversiones extranjeras. En cambio, Obama propuso el diálogo y el acercamiento de los Estados Unidos de Américda con el Irán, lo cual ha sido acogido positivamente por los reformistas, liberales y especialmente por la juventud. Cabe destacar que la nación persa posee una población mayoritariamente joven, con acceso a Internet y al teléfono móvil, la que ha venido rechazando por cierto la confrontación contra Occidente, como también el aislamiento, en razón de las sanciones de la Organización de las Naciones Unidas. Por supuesto que el desprestigio internacional atenta contra la moral nacionalista de la República islámica, esa es parte de la lectura hecha por la oposición a los Ayatollahs.

Esta vez, la protesta urbana popular, reprimida con dureza, se enfila a cuestionar el apabullante, pero fraudulento triunfo electoral del delirante presidente Ahmadineyad contra el exprimer ministro y también moderado reformista Mirhossein Moussavi, quien fuera un ferviente colaborador del mítico Ayatollah Khomeini, fundador de la teocrática república islámica. Por cierto, que Moussavi, apoyado en los comicios por el expresidente reformista Mohammad Khatami, conservadores moderados, reformistas e independientes, es originario de la rebelde región del Azerbaiyán iraní, donde han sido encubadas las revoluciones candentes, entre ellas la de 1979.

Nadie puede hacerse de grandes ilusiones, particularmente que se dé marcha atrás con intereses de política exterior, a saber, la interrupción de los programas nucleares, o que las nuevas generaciones, enfrentadas a la cúpula de los Ayatollahs, desistan de los principios teocráticos islámicos. Sin embargo, pareciera claro que se asoma una “Revolución verde” (el color verde representa al Islam). Puede que se lleve un tiempo adicional en su concreción. Se observan fisuras en el poder, ya que Moussavi, vinculado a los principios de la República islámica, es temido por el Ayatollah Khamenei, quien acaba de legitimar la farsa electoral. Los conservadores del Osulgarayaus en el Parlamento y la Guardia Revolucionaria “responsabilizan” ya a ese líder ante el eventual riesgo del desencadenamiento de la violencia, un presagio de lo que se aproxima. Estos son los famosos recursos del método de las tiranías, tanto de las del Medio Oriente, como las del Tercer Mundo. Con todo y amenazas, escribía Alberto Priego, especialista en asuntos del Irán: “el fraude es el principio del fin del gobernante que lo comete”.

lunes, 15 de junio de 2009

COREA DEL NORTE, QUÉ HACER.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

Corea del Norte manifiesta tener una fuerte inclinación a transformarse en un conflicto mundial permanente. La resolución del pasado viernes, derivada mediante acuerdo unánime de los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por la cual le serán endurecidas las sanciones contra Pyongyang, viene otra vez a confirmar sus contenidos redundantes e inherente debilidad, como todas aquellas que todavía han fracasado en persuadir a Corea del Norte de abstenerse de avanzar en su programa nuclear y en los disparos de cohetes.

Obsérvese no más que luego de dictada dicha resolución, el gobierno norcoreano anunció su disposición de continuar con los proyectos armamentistas, ya que el reciente bloqueo, acordado por la ONU representará, según él, “un acto de guerra”.

Asimismo, han fallado las rondas de las seis Partes que involucran a los Estados Unidos de América, China Popular, Rusia, Japón, y las dos Coreas. El régimen demencial de Kim Jong Il se ha burlado de tales negociaciones; en cambio, utiliza sus ensayos nucleares como medida de chantaje y provocación, especialmente contra los Estados Unidos de América, a fin de adquirir algunos beneficios de la cooperación, los que por cierto, menos se destinan a aliviar las hambrunas y penurias de la población, castigada además por frecuentes desastres naturales.

El peligro y la irresponsabilidad diplomática norcoreanos está íntimamente asociado a su propósito exclusivo de lograr su sobrevivencia a toda costa, una conducta similar a la de los Ayatollahs del Irán, que patrocinaron el fraude de esta semana, del que salió favorecido el presidente Mahmud Ahmadóinejad con la reelección. Por esa razón y emulando lo hecho por su padre Kim Il Sung, el actual Jefe de Estado, a causa de su salud deteriorada, se apresta a nombrar a su joven hijo como su sucesor, prolongando de este modo la dinastía comunista (y la disconformidad).

A la par de ello sobresale la propaganda que le confiere a la dinastía totalitaria una especie de valor místico, proveniente del vigor de los antepasados de Kim Il Sung, pues se le inculca a la gente, que aquellos fueron los que inspiraron la verdadera identidad y el nacionalismo, esto es, la confianza en sí mismo que se tiene el pueblo norcoreano, el apego a la economía planificada y centralizada en el Estado, valores que mezclados con el marxismo leninismo, dieron origen a la alucinante doctrina de la idea Zuche, llámese “la Revolución Cultural”, parecida al proyecto genocida impuesto por Mao Zedong en la China Roja.

Lo acontecido en la península de Corea es de los últimos eslabones de la Guerra Fría. Dos sociedades divididas comparten dicho territorio; dicho sea de paso y guardando las particularidades, la otra se localiza en América, donde hay una nación dividida a la vez, por el mismo motivo: la micro nación cubana establecida en Miami, Florida, como también la Cuba comunista, asentada en la isla.

En esto cabe resaltar las diferencias, por cuanto, Corea del Sur está entre las 15 economías poderosas del planeta, sin ignorar el hecho de que los Estados Unidos de América mantienen 45000 efectivos suyos en la zona fronteriza, en cuyo subsuelo hay enterradas bombas nucleares a control remoto, así como se han situado tipos diferentes de armamento nuclear. Por su lado, la aislada Corea del Norte, había sido apoyada por la extinta Unión Soviética, ahora solo por China; posee una economía precaria e insolvente, aunque está armada hasta los dientes, con aparatos de alto poder destructivo, que superan la capacidad surcoreana.

Los intentos por alcanzar la reunificación de las Coreas se han visto torpedeados por varios actores, a pesar de conformar una común identidad étnica, cultural y lingüística. Lo inesperado ha sido la reacción del actual gobierno surcoreano, el que se ha puesto díscolo en lo tocante a asumir mayores responsabilidades en el área de la cooperación y asistencia a favor de la tiranía.

En el fondo, Seúl reclama la ausencia de progresos por parte de su vecino, a fin de frenar sus proyectos nucleares, lo que incluye el enriquecimiento de más uranio, toda vez que representa una seria amenaza para la seguridad doméstica. Corea del Sur se ha convencido en que sus significativos aportes cooperativos, igual el de los japoneses, son despojados a la población hambrienta norcoreana.

No son pocos los sectores políticos de ese país que temen que la reunificación les signifique una excesiva carga económica, algo semejante al costo que implica para Alemania Occidental el haber asumido el pago de las facturas políticas y sociales de la reunificación con la atrasada Alemania Oriental, en la que los habitantes estuvieron acostumbrados a que el Estado supliera las necesidades básicas y a producir lo socialmente necesario, es decir, se ignoraban las reglas esenciales de la economía de mercado.

Lo que pareciera inminente es el descalabro del régimen dinástico comunista; el matonismo y sus actos de provocación de estos días son apenas una cortina de humo. Han salido a relucir informes de inteligencia que hacen presumir hondas fisuras al interno del régimen, especialmente el malestar por la prolongación de la dinastía y el extremo empobrecimiento de los habitantes. El régimen todavía mantiene un fuerte control sobre el Estado y la sociedad con base en el terror y la represión, pero estas armas aparentemente son insuficientes para sobrevivir.

El bloqueo económico al que ha estado supeditado, el gobierno norcoreano lo suple con sus exportaciones de armamentos, particularmente al Irán y a otras zonas de conflicto regional. Con la nueva resolución, podría ser que la inspección de ese comercio acabe asfixiando mayormente al régimen norcoreano. Sin embargo, el rol de la China comunista (un tanto Rusia) sigue siendo difuso, lo que le da a aquel aire artificial.

Aliada de Corea del Norte desde la guerra del paralelo 38 en 1950-1953, cuando se originó la partición, Pekín se había venido oponiendo a la ampliación y el endurecimiento de las sanciones, esta vez cambió de postura. Incluso, se ha sospechado, al igual que de Rusia, de su solapada tolerancia en los límites fronterizos, permitiendo los contrabandos de armas y de otros bienes, que beneficia al poder norcoreano. Mientras tanto, los férreos controles policiales de la China sí han sido eficaces en reprimir los flujos de personas que huyen de la tiranía de Kim Jong Il.

Un ataque contra Norcorea ha estado dentro de los planes de los Estados Unidos de América y de sus aliados Corea del Sur y Japón. Los factores que se han interpuesto a ello, han sido la incertidumbre que despierta el resguardo de la maquinaria y materiales nucleares, cuyo control perdería presumiblemente el gobierno durante y después de una incursión estadounidense (Michael E. O´Hanion en: “North Corea Collapse Scenario”, 2009). El corolario de la anarquía que se sobrevendría ante la caída del régimen pesa dentro de la valoración de los cálculos y los riesgos. Un contraataque norcoreano contra Seúl vendría a ser uno de los peligros considerados, ni que decir del incremento del drama humano, ya de por sí ser insostenible.

De igual manera, el epílogo de esa guerra de 1950 – 1953, que enfrentó a Estados Unidos de América con la China Roja podría revivir viejos fantasmas, dado que la China Comunista vería con malos ojos tener fuerzas militares estadounidense, japonesas y surcoreanas tan cerca de su territorio (O´Hanion, ibídem), a fin de derribar, si bien es cierto, a un aliado incómodo, que le causa problemas al Asia Oriental, donde descansa parte del poderío económico chino, una región a la que le desea estabilidad y seguridad. Confiemos mejor en la doctrina del “poder inteligente” de la Administración de Barack Obama, pero que supere la costumbre de producir resoluciones dribladas.

lunes, 8 de junio de 2009

Rendir respeto a Pepe Figueres y a los constructores de la Patria.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

A don Pepe Figueres hay que colocarlo más allá del bien y del mal. En su libro “Semblanzas. Dirigentes históricos del Partido Liberación Nacional”, el intelectual Enrique Obregón Valverde lo confirma así: fue (don Pepe) “un raro ejemplar que solo produce la humanidad una vez cada mil años. Alegrémonos de haber vivido en el tiempo de Figueres”. Con profundo orgullo digo abiertamente que soy de los que viví mi juventud en la época de este extraordinario estadista; también como pocos costarricenses, tuve el privilegio de ser su alumno.

Junto con Figueres, hay otros mandatarios e intelectuales que contribuyeron a edificar esta Patria. Rafael Ángel Calderón Guardia, con su trascendental reforma social, es uno de ellos, indiscutiblemente. Tampoco hay que restarle méritos al notable pensamiento y a las obras de estadistas y ciudadanos de la talla de Juan Mora Fernández, Braulio Carrillo, Castro Madriz, Juanito Mora, Tomás Guardia en el siglo XlX, así como a Ricardo Jiménez, Alfredo González, Alberto Echandi, el Padre Jorge Volio, Manuel Mora Valverde (comunista criollo), Carlos Luis “calufa” Fallas, Carmen Lyra, Monseñor Sanabria Martínez, Rodrigo Facio, Daniel Oduber, Mario Echandi, Constantino Láscaris, Enrique Benavides Chaverri, Alberto Cañas y Oscar Arias Sánchez, etcétera. En esta lista, incompleta, incorporo a Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, el gobernante que decretó legislación de avanzada a favor de las madres solteras, cuyos hijos viven ahora protegidos de los padres biológicos irresponsables.

Probablemente, estas personalidades políticas hubieron de cometer errores en sus vidas. Al final, Dios sabrá juzgarlos, solo Él tiene esa absoluta atribución. En la Tierra se juzgan a los seres humanos empleando diversas verdades parciales, respetables eso sí, aunque tampoco infalibles. Ellas están lejos de ahondar en las recónditas motivaciones y preocupaciones de la consciencia humana, una realidad todavía desconocida e inexplorada, la que, sin embargo, pone a prueba la habilidad de la persona humana de resolver sus inagotables contradicciones internas.

La vía de la reivindicación es un derecho inherente del ser humano, como también la de persistir en el comportamiento errado. Winston Churchill, el brillante estadista británico, tenía en su haber una hoja de vida poco ejemplar, sobre todo por los amigos que lo rodeaban, pues fueron de todo, menos un dechado de virtudes. A pesar de ello, Churchill inició la Segunda Guerra Mundial, la cual dio como resultado la derrota del fascismo alemán. El polaco Lech Walesa, es acusado por sus enemigos de haber sido un colaboracionista de los servicios secretos soviéticos. Borrándole ese (supuesto) oscuro pasado, el líder del sindicato “Solidaridad” fue respaldado por Juan Pablo ll, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, para liberar luego a la humanidad de la amenaza deltotalitarismo comunista. De este mismo modo, podrán narrarse infinidad de historias de grandes personalidades, que sembraron dudas en alguna área de su conducta como el presidente Richard Nixon (previno con Leonid Brezhnerv la carrera nuclear), pero que dejaron a la sociedad legados singulares en múltiples ámbitos del saber, la política y la cultura.

Representa una enorme torpeza juzgar con ojos maniqueos a una figura rebelde y versátil como don Pepe, desapegada de cualquier convencionalismo o conducta ortodoxa. Habiendo sacrificado su vida por dotar a sus compatriotas de una democracia libre y progresista, en la que se enmudecieran por siempre los militares, los fusiles y las bombas, cualquiera quedaba desconcertado cuando este caudillo se desdecía de ser un político. Bueno, sí lo era, es correcto pensar que un político pueda crecer difícilmente en un convento de monjas. De ahí, los esfuerzos de su gran amigo el expresidente Francisco “chico” Orlich por moderarlo, a veces sin éxito, en varios tramos de su azarosa existencia.

Personajes de mal vivir como Sabundra, Teja, Mc Calpin y el famoso Robert Vesco tuvieron cierta cercanía con don Pepe. Tampoco tales vínculos fueron negados, ya que según él en Wall Street y Boston había jaurías repeores, testimonio de ello deviene en la actual recesión económica, causada por banqueros y financistas usureros, que se han aprovechado de las políticas de desregulación derivadas del Consenso de Washington, aplicadas, para desdicha del mundo, por extremistas neoliberales, cuyos postulados son defendidos a ultranza por dirigentes de cierto grupúsculo político costarricense.

Honrar a padre y madre reza uno de los diez Mandamientos universales, lo que en el lenguaje de la gran política significa enaltecer la Madre Patria y a sus padres, o sea los patricios y beneméritos, con todo y las debilidades que habrían de rodearlos. Ante esto último, el buen hijo será misericordioso y guardará silencio, para evitar escándalos que tiendan a desprestigiar el nombre de sus progenitores. Igualmente, recreará las imágenes nobles y los ingentes esfuerzos realizados por ellos, que ayudaron a sacar adelante la prole en familia, digamos que este símil equivale a los fundadores y patricios de la Patria y al agradecido pueblo costarricense.

Hay gente partidaria “de comenzar a saldar cuentas, que juegan con las cuentas del pasado”. Don Pepe como líder democrático toleró constantemente tales cuestionamientos en su contra. En la época de la baja edad de la economía del café, como mandatario respondía con altura intelectual, si valía la pena, o bien contestaba con el “choteo campesino a la tica”, si consideraba que las diatribas eran burdas e insolentes.

El financista Robert Vesco era una incógnita, dudo que fuera un prófugo de la justicia de los Estados Unidos de América. Hay quienes suponen que era agente de la CIA estadounidense, lo insinúa Alberto Cañas en su último libro. A la Embajada rusa en Costa Rica en nada le importó que fuera su vecino en Lomas de Ayarco de Curridabat. La derecha costarricense lo atacó severamente; en cambio la izquierda ni se inmutó con su estadía. De lo que pareciera haber algo de evidencia es sobre su participación financiera en el fallido “diario Excelsior”, el cual fue fundado por líderes socialdemócratas, a efecto de contrarrestar la influencia en la opinión pública del pensamiento liberal del “periódico La Nación”.

Antes y después de esto, Vesco fue convertido en una fábula, porque jamás compró Costa Rica con sus dineros mal habidos. Tras ser expulsado por el presidente Rodrigo Carazo, los sandinistas le dieron abrigo en Nicaragua. Sus últimos años los acabó en las mazmorras de Fidel Castro. Mientras tanto don Pepe y su formación política continuaron promoviendo legislación e instituciones judiciales modernas, como medio para combatir la criminalidad y la corrupción en Costa Rica. Pero qué clase de partido político tiene por allí un mequetrefe candidato presidencial, que difama sin pudor al fundador de la Segunda República.

lunes, 1 de junio de 2009

El semblante autoritario de la izquierda y del nacionalismo populista latinoamericano.

Por: Lic. Ronald Obaldía González/Politólogo.

El precio que hay que pagar por vivir en una sociedad dictatorial o en una que evoluciona vertiginosamente hacia ese objetivo, indudablemente, que resulta ser doloroso. Las libertades individuales y sociales conculcadas es el rubro de mayor peso de ese precio, lo cual queda en evidencia tras la reaparición de una enfermedad letal que constantemente pone en jaque a las personas, inhibiéndolas de hacer uso de sus derechos esenciales.

Los Estados despóticos o en vías de conformarse como tales, construyen aparatos ideológicos y culturales “que son los oficiales e irrefutables”. Con ellos se aplica una especie de monopolio, cuyas herramientas de defensa comprenden la imposición, la manipulación y el temor, al mejor estilo de la época de José Stalin en la fallida Unión Soviética, ya que cuestionarlos constituía una herejía, por eso se rechazaba la oposición y las críticas legítimas, toda vez que esta conducta aberrada ha atentado contra los valores intrínsecos a la dignidad humana.

Sea recordado Stalin como el déspota que fabricó una verdad dogmática, incluida una ética, lo mismo que una ciencia y cultura, para él, infalibles y oficiales. Lo que contradecía aquello, significaba la supuesta y alucinante conspiración, como también falacias derivadas del "impuro" capitalismo. Por eso la disidencia tenía visa asegurada al archipiélago de Gulap y, frecuentemente, en aras de la seguridad del Estado y de la sociedad, a miles de individuos se les condenaba a la pena de muerte, lo cual paradójicamente, le representaba la mejor alternativa, a fin de escapar por siempre de aquel manicomio totalitario.

Sobre este respecto, hay señales preocupantes y predecibles que facilitan las deducciones. Cabe echar un vistazo a los regímenes “nacional populistas” y de la izquierda latinoamericana, los cuales tratan de reproducir matices del legado stalinista, que se suponían sepultados, pero que aún sobreviven vergonzosamente en la dictadura tropical de Cuba, cuyas pasos son imitados por Bolivia, Ecuador y Venezuela (“la trinidad socialista”). Por ello, vale la pena apuntar en el cuaderno varios sucesos recientes.

Comenzaremos con “la purga castrista” contra Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, el Vicepresidente cubano y el Ministro de Relaciones Exteriores, respectivamente, porque ahora se tiene algo claro y bastante llamativo. La purga estuvo rodeada de un halo de misterio y secretismo, al ser dos figuras del gobierno de la isla, consideradas como las piezas claves de un futuro relevo generacional.

Según reporta la prensa de España, los dos líderes, calificados de traidores, fueron fumigados por el gobierno despótico de los hermanos Castro, a inicios de marzo del año en curso, con base en una historia que “parece sacada de una película de espías y agentes secretos”, que concluye con declaraciones borrosas de Fidel Castro, en cuanto que ellos (Lage y Pérez Roque) se habían dejado tentar por las “mieles del poder” y habrían alentado así “las ambiciones del enemigo”. Días después, los tránsfugas “traidores”, típico del lenguaje totalitario, remitirían cartas al Comité Central del Partido Comunista Cubano (PCC) donde reconocían "los errores cometidos".

Cita el periódico El País que Lage y Pérez Roque habrían sido filmados en secreto en una casa de campo mientras desdeñaban la capacidad de dirigir el gobierno de la isla de los Castro; criticaban la reciente designación de Machado Ventura como uno de los vicepresidentes de gobierno y hacían alusiones a los que deberían ser, según su supuesta visión más liberal, los cambios que se tendrían que dar en la dictadura.

Los videos, “en manos del gobierno cubano, habrían sido la prueba fulminante”. Por estos días, la cinta, de tres horas de duración, estaría siendo exhibida a los sectores del más alto rango del gobierno de La Habana como “prueba definitiva de la deslealtad del ex vicepresidente y del ex canciller”. El principal protagonista de esta historia sería el cubano Conrado Hernández.

Hernández era, hasta ese momento, delegado de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) del País Vasco español, “una suerte de representante de los intereses comerciales de esa región en la isla”. Hernández era un hombre demasiado conectado con la embajada española en Cuba, la que a su vez se interesó “en conocer el pensamiento de los cuadros más jóvenes del régimen acerca de una posible transición cubana”, por ello lo habría alentado a grabar en conversaciones informales a Lage, de quien sería un amigo de la infancia, y a Pérez Roque. Según el diario madrileño, “los servicios secretos cubanos conocían el interés español en el asunto y la tarea que le habrían encargado a Conrado Hernández”.

Existen dudas en cuanto a que las cámaras ocultas en la casa de campo del cubano las hubiera instalado el servicio secreto español a través de sus agentes en la isla o bien los propios agentes de la satrapía cubana, de quienes se sugiere que Hernández dependía para “mantener el privilegio” de trabajar para los españoles. Según relata El País, incluso se presume de que Hernández “podría haber sido un doble agente que habría tratado de acomodarse tanto a los intereses españoles, que querían conocer el pensamiento de los funcionarios, como a las demandas de los servicios cubanos que, sabiendo del asunto, “le habrían pedido las pruebas, es decir, las cintas”.

Finalmente, Conrado Hernández fue detenido en La Habana el 14 de febrero cuando pretendía viajar a Bilbao con su esposa. De ahí, el título de esta amarga historia de Lage y Pérez resumido así: “no piensen, no lo digan, cuidense de su sombra”.

La segunda alarma está relacionada con los presidentes de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Hugo Chávez, quienes anunciaron en estos días que sugerirán “la creación de una instancia regional que defienda a los ciudadanos y a los gobiernos de los abusos de la prensa”. El mandatario ecuatoriano manifestó que llevará esta iniciativa contra los medios "corruptos", representantes de la "oligarquía", a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y dijo esto: "Cuando sea presidente de la Unasur lo voy a plantear formalmente: crear instancias que defiendan a los ciudadanos y a los gobiernos legítimamente electos de los abusos de la prensa". La idea fue secundada rápidamente por su homólogo de Caracas, quien se encontraba en visita oficial en Quito. Hugo Chávez, por su parte, ratificó que la propuesta de Correa cuenta con todo
el apoyo de Venezuela "en su lucha interna contra este fenómeno que ya raya en la locura del fascismo".

Como es conocido, Correa y Chávez mantienen una relación tirante con varios medios privados de sus respectivos países. A este incidente de los mandatarios Andinos con los periodistas le asignaremos este título staliniano: “cállate la boca, yo soy el césar, yo enseño la verdad”. Siendo así consecuente con sus maestros José Stalin y Nikita Kruschev, el presidente Hugo Chávez inventó eliminar de la bibliotecas públicas venezolanas todo tipo de literatura, incompatible con los principios socialistas de la revolución bolivariana, tal como lo reseñó una buena crónica de prensa que hizo difundir por esta vía del correo electrónico el Embajador José Joaquín Chaverri.

Siguiendo con la cadena de sucesos regionales. Hay que ponerle atención a la salud mental de Evo Morales, el Presidente de Bolivia, pues por doquier sospecha de conspiraciones y amenazas de muerte en su contra. Según él, estas son fraguadas, no solo por los adversarios de Santa Cruz de la Sierra, sino que por croatas, húngaros (y hasta por extraterrestres). Tienen razón los psicólogos al afirmar “que a algunos personajes le salen los demonios cuando se les concede poder”.

Asimismo, en el lado de la izquierda latinoamericana que se presumía ser racional en comparación con el populismo demagógico, es triste observar a Chile que (junto con Venezuela) encabece los primerísimos lugares en cuanto a rearme en la región, puesto que ha incrementado los gastos en defensa militar en estos años, a fin de satisfacer el apetito (riesgoso) de sus influyentes Fuerzas Armadas y, de este modo, impedir la desviación de su misión de tutelar allí la democracia, con todo que Chile es uno de los 15 países con mayores disparidades de ingreso entre ricos y pobres, únicamente superado por Brasil en el área sudamericana (Fabián Callel, 2009).

Quizás esto último sea la razón principal de que ya se dejaran de escuchar los procesos judiciales contra aquellos uniformados del Ejército que asesinaron a casi 4000 ciudadanos en los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet. Por eso deduzco también que en la culta nación chilena ha sido complicado el proceso de resolver todavía la crisis de hegemonía entre el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas, o lo peor, como es alcanzar un indisimulable contubernio.

Sin embargo, no todo está perdido en el mapa de la izquierda y del nacional populismo latinoamericano. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, protector insigne de una de sus hijas adolescentes, ha llegado a ser creativo en prevenir el descrédito de estas corrientes políticas: ha organizado grupos de místicos rezadores en las avenidas de Managua para que oren por la paz, demasiado distinta al tipo de “ paz de los cementerios” que reinó en los tiempos del primer Daniel Ortega. ¡Ciertos personajes de la región tienen el derecho a la conversión!