miércoles, 22 de abril de 2009

Política y "Despolitización"

Política y “Despolitización.


Por: Lic. Claudio Alpízar Otoya, Politólogo.

La política es un término que pertenece al vocabulario usual de las personas; esto, sumado a su antigüedad, ha provocado vaguedad en su uso. Algunos tratan de ubicarla dentro de la ciencia del Estado, otros como la ciencia del Poder, está última es más precisa. Sin embargo, el descrédito provocado por algunos que la han querido ejercer, ha generado ser vista como un nicho generador de corrupción de difícil control.

El Poder. Los que creemos y defendemos a la Ciencia Política, como ciencia del poder, no encontramos diferencia natural entre las relaciones del poder que se dan en el Estado, y las existentes en las otras organizaciones humanas. Más bien, encontramos particularidades en la medida de la perfección interna y en el grado de obediencia.

Cuando se comete el error de estudiar únicamente al poder sólo desde el Estado, estamos descuidando comprobar el origen y las características del mismo, puesto que este se genera en los diversos grupos humanos que lo conforman. Todo ser humano forma parte de sociedades particulares, motivado por la diversidad de gustos y objetivos de cada uno, lo cual lo hace sentirse ligado a cada una más que de manera parcial.

Pues bien en la gran mayoría de las relaciones humanas existen relaciones de autoridad, dentro de las que hay que distinguir cuáles son de poder, y cuáles están al margen de las relaciones de fuerza, como las basadas en simpatía, admiración, afección, amor, etc.

La Política. Esto quiere decir que la sociedad en sí misma, en forma intrínseca, está politizada. Si la política se da en todos los estamentos y grupos sociales, sin importar el tamaño de estos, esto significa que la misma es consustancial al devenir diario de los seres humanos, pues es la forma de ponerse de acuerdo, de conciliar posiciones divergentes en aras de buscar puntos de convergencia para la definición de políticas.

Empero, aquellos que no saben interpretar ni ubicar a la política, ni diferenciarla de lo político, cuando la primera es el mundo de las palabras y la discusión, mientras la segunda es el marco en el cual se desarrolla la lucha por el poder y la toma de decisiones, son dados a utilizar un término imposible de aplicar como es la “despolitización”. Al que tratan de significar como desarraigar o arrancar de la sociedad a una variable que produce conflicto de interés de los diversos grupos que componen la sociedad, siendo todo lo contrario, pues es una interrelación a que se obligan los individuos para buscar acuerdos.

Desde la perspectiva de aquellos que no perciben la importancia de la política en la consideración de las profundas divergencias o diferencias de opinión que se dan entre los seres humanos, es común que encuentren en ella a un obstáculo para la eficiencia, más cuando llega a acuerdos intermedios entre intereses particulares, lo que según estos atenta contra el diseño de planes globales. Cuando la política es intrínseca al ser humano.

“Despolitizar”. Está pretensión de “despolitizar” a los temas de interés de la sociedad, es más que evidente y se suscribe a un espacio limitado, que sería al de “palacio”, a esos que quieren concentrar el poder y las decisiones de las políticas públicas discutidas.

Aristóteles fue un fiel defensor de la polis como un conglomerado de miembros con múltiple intereses y tradiciones, no como el resultado de una religión, un interés o una tradición únicos. Donde hay política existe una aceptación de existencia simultánea de diversos grupos, con diferentes intereses y tradiciones.

Así las cosas, un buen sistema político debería estar dotado de los instrumentos necesarios para escuchar a esos grupos, a fin de buscar la conciliación en la medida de lo posible, ofreciendo categorías legales, de protección y medios de expresión y participación claros y razonablemente seguros, todo dentro de un marco de libertad: esto sí es sinónimo de gobernabilidad.

En conclusión, intentar renunciar a la política, o destruirla como se hace con el frecuente uso de la palabra “despolitización”, es destruir justamente al mejor activo que tienen los seres humanos para poner orden en el pluralismo y la variedad de las sociedades; he aquí uno de los principales efectos que lleva a la verdadera ingobernabilidad y con ello al freno del desarrollo humano.

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