martes, 30 de junio de 2009

“La encrucijada de la India”

Por: Bach. Jorge Umaña Vargas/Internacionalista

La República de la India es el segundo país más poblado del mundo (después de su vecino China) con 1.100 millones de habitantes, en su territorio se hablan más de 100 lenguas diferentes y además es poseedor de 3.287.590 km² de terreno, convirtiéndolo en el séptimo país más extenso del planeta[1].

Actualmente su economía es muy dinámica. Sin dejar de lado su tradicional agricultura (arroz, trigo, maíz, cebada, té, café, caña de azúcar y en menor medida tabaco)[2], ha incursionado en otros campos como la minería, la ganadería[3] y por supuesto, como efecto del liberalismo económico, la industria tecnológica y la globalización en los últimos años, se ha desarrollado una amplia clase media, con excelentes niveles de educación, resultando ser una mano de obra especializada y relativamente barata.

Esta situación ha hecho de la India un mercado apetecido por grandes empresas tecnológicas que, tratando de abaratar sus costos de transacción, buscan en la especialización india una herramienta de gran utilidad.

En relación al comercio, el avance es abismalmente positivo. Mientras que en 1990 el porcentaje de exportación con relación al Producto Interno Bruto (PIB) llegaba a un 9%, 15 años después casi lo triplicaba, alcanzando un 25%. Asimismo, 78% de la esa exportación corresponde a productos manufacturados y de alta tecnología[4]. Estos datos son evidencia de un veloz y eficaz crecimiento económico.

Siguiendo esta misma línea, pareciera ser que la India está destinada a ser un país de mucha prosperidad. Así lo han visualizado otros grandes países como Estados Unidos (EEUU) y China. Tanto los primeros como los segundos han puesto su mirada en la India, pues ambos lo consideran como un aliado estratégico a fin de alcanzar su propio desarrollo e intereses dentro de la región asiática. En este sentido cabe señalar que “Nueva Delhi parece no querer ser un simple socio de China o EEUU: India sigue su propia estrategia y utilizará el interés que los demás tienen por ella para reforzar su propio estatus como potencia en ascenso”[5].

Esta situación permite pensar que la India, poco a poco, se afianza como una potencia regional en el Asia, independizando su política exterior y participando más activamente y con mayor propiedad de los foros internacionales. Incluso, algunos analistas señalan que “India ha utilizado sus nuevas relaciones con las potencias para defender sus intereses en el subcontinente (…) manteniendo un equilibrio mientras pueda compatibilizarlo con su autonomía, algo que confía en poder explotar en el futuro”[6].

Con respecto a la idea anterior, no se puede pasar por alto que la India es una potencia nuclear mundial. Esto hace que este país sea partícipe de la geopolítica mundial actual: para EEUU oponerse a la citada capacidad nuclear india, “simplemente aseguraría la primacía de China en la región asiática”[7], lo cual no compatibiliza con los planes norteamericanos. Esta situación asegura cierta autonomía en la política exterior de la India, pues no conviene quedar “en malos términos” con esta nación asiática.

Este punto que se toca en el párrafo pasado, se puede notar en el fenómeno del nuevo meridionalismo que describe el analista Dejan Mihailovic. Éste “se trata de una alianza heterogénea compuesta por varios países que tienen un propósito común, esto es, buscar un equilibrio en la estructura actual del poder global limitando los poderes tradicionales de los bloques regionales hegemónicos”[8]. La primera concretización del nuevo meridionalismo obtuvo su verificación empírica mediante la creación del grupo conocido como G-20 y sus iniciativas y acciones dentro de las actividades de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El propio autor afirma que India es uno de los países que lidera este tipo de iniciativas, las cuales de una u otra forma demuestran el nuevo rol protagónico que busca India, y que sus políticas, así como sus circunstancias específicas han facilitado la obtención del mismo.

Según el propio Mihailovic la India, como uno de los líderes principales de este nuevo meridionalismo, buscaría incluso romper con la geopolítica imperial “promoviendo la integración interregional y el desarrollo endógeno, autocentrado y, finalmente, crear una nueva configuración del poder global”[9], facilitando el surgimiento de nuevos actores globales, entre ellos obviamente la propia República de la India.

Hasta el momento parece ser que la India navega por las aguas que lo llevarán a buen puerto; que nada detendrá a esta gran nación (la democracia más poblada en el mundo); que está condenada al éxito. Pero no todo es tan sencillo como parece.

Actualmente, la India ocupa el puesto número 132, de 179 países, dentro de las posiciones del Índice de Desarrollo Humano[10], el porcentaje de su población que vive con $2[11] o menos supera el 75%, todavía un 11% de su población no tiene acceso a fuentes de agua potable, 46% de sus niños (de 0 a 5 años) están por debajo del peso normal, existe un 34,8% de analfabetismo en la India, y 16 de cada 100 personas mueren antes de cumplir los 40 años[12].

Además de ello, el gasto en salud del sector público no alcanza el 2% del PIB[13], aproximadamente el 50% de la población no está inmunizada contra el sarampión, menos de la mitad de los partos anuales es atendida con personal sanitario especializado y un 20% de su gente se cataloga como población desnutrida. En el campo económico, el 20% más rico ostenta el 43,3% de las riquezas, mientras que para el 10% más pobre “se logra escapar” el 3,9% de esa riqueza[14].

Los desplazados por conflictos internos ascienden a 600 mil personas. Las ciudades de Nueva Delhi y Mumbai (ambas ciudades de la India) se encuentran entre las ciudades más peligrosas del mundo, con un porcentaje de delincuencia de 31,8 y 30,5 por cada cien habitantes, respectivamente. Un escandaloso número de 3,5 agresiones sexuales por cada cien habitantes son parte de la vida diaria de ambas ciudades, y esta nación no ha ratificado los Convenios para la abolición del trabajo infantil ni Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes[15], lo cual deja abierta la posibilidad de que se den este tipo de incidentes a lo interno de su basto territorio, y puede generar inestabilidad en el propio país.

Ante esta circunstancia, que demuestra una clara sociedad desigual, es válido preguntarse: ¿para qué tanto desarrollo económico si no se ve reflejado en la población? Precisamente esta es la encrucijada que se presenta hoy ante la India. Es importante recordar que el Estado se crea en principio para el bien de las mayorías. Los grandes teóricos de este tema, como Thomas Hobbes (y su Leviatán) o John Locke (y su Sociedad Civil)[16], si bien tenían sus divergencias, la gran mayoría concordaba en que el Estado era una alternativa para organizar a las poblaciones y ofrecerles relaciones más pacíficas, ante las dificultades que suscitaba el trato entre iguales, por medio de un representante que obtenía ciertos poderes por consentimiento mismo de sus pobladores, a fin de proveer las condiciones de desarrollo necesarias para vivir en comunidad. Es decir, se renunciaba a ciertos derechos individuales, con el objetivo de vivir mejor en un contexto de sociedad.

Siguiendo esta línea, el gobierno electo popularmente de la India tiene un gran reto por delante, por un lado, seguir creciendo y asegurándose un lugar privilegiado en el entorno internacional político y económico- como bien lo ha venido haciendo- y por el otro, cerciorarse de que los beneficios de sus políticas, del comercio y de los negocios internacionales recaigan sobre sus pobladores más necesitados. Para lograrlo, ha implementado un sistema que permite fortalecer fuertemente el ámbito de la educación, creando una clase media importante.

Pero eso no debe quedar allí. Es necesario que la educación alcance también a las poblaciones menos privilegiadas, a fin de asegurarles oportunidades de desarrollo y alternativas para superar la pobreza, tal como el propio país lo ha ratificado en múltiples instrumentos internacionales, así como para lograr el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM)[17].

Además de la educación, es necesario que la India se enfoque en mejorar sus índices de salud, mortalidad infantil, acceso a agua potable, y seguridad ciudadana si busca aspirar a lograr los grandes y ambiciosos objetivos que parece ser que persigue. Debe destinar recursos y esfuerzos a la igualdad de género, erradicar la pobreza extrema y el hambre, crear mecanismos de acceso a la salud y a la educación de los más necesitados y fortalecer su democracia para que sus pobladores validen las decisiones de sus gobernantes.

India ha sido la cuna de grandes pensadores, de uno de ellos- tal vez el más importante- Mahatma Gandhi, he extraído estos dos pensamientos valiosos: “Mi concepto de democracia consiste en que el más débil debe tener las mismas oportunidades que el más fuerte” y “toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido”. Aprendiendo del citado maestro, la India debe tratar al máximo de generar las mismas oportunidades a lo largo de todo su territorio, a fin de regalar una sonrisa a sus pobladores más necesitados, que nunca han tenido una.

Por último, cabe afirmar que es indudable que la República de la India es un país que ha logrado importantes metas desde su independencia en 1947 (como se analizó anteriormente), pero en la medida en que logre atender las necesidades de sus pobladores más necesitados, disminuyendo las disparidades sociales, será una verdadera potencia desde todas las aristas posibles: esta es su gran encrucijada.

Bibliografía

▫ Delage, Fernando. “La nueva geopolítica asiática”. En revista: Anuario Asia-Pacífico. 2005.
▫ Enciclopedia Wikipedia. “India”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://es.wikipedia.org/wiki/Bharat#cite_note-0
▫ Mihailovic, Dejan. “Geopolítica y orden global: posibilidades para un nuevo meridionalismo”, En: Revista Razón y Palabra, revista electrónica de América Latina especializada en comunicación. Número 62. ISSN 1605-4806. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.razonypalabra.org.mx/n62/dmihailovic.html
▫ Ministerio de Comercio e Industria de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://india.gov.in/outerwin.htm?id=http://commerce.nic.in/
▫ Ministerio de Estadísticas e Implementación del Programa de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://mospi.gov.in/
▫ Portal Oficial del Sistema de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/poverty.shtml
▫ Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://hdr.undp.org/en/statistics/
▫ Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Mundiprensa libros S.A. Editorial Aedos S.A., Barcelona, España. 2005.
[1] Enciclopedia Wikipedia. “India”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://es.wikipedia.org/wiki/Bharat#cite_note-0
[2] Ministerio de Comercio e Industria de la India. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://india.gov.in/outerwin.htm?id=http://commerce.nic.in/
[3] Según datos del Ministerio de Estadísticas e Implementación del Programa de la India, ésta posee el mayor patrimonio bovino del mundo, aunque por motivos religiosos se prohíbe el consumo de carne, pues las vacas son animales sagrados para los hinduistas, religión mayoritaria en el país. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://mospi.gov.in/
[4] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Mundiprensa libros S.A. Editorial Aedos S.A., Barcelona, España. 2005.
[5] Delage, Fernando. “La nueva geopolítica asiática”. En revista: Anuario Asia-Pacífico. 2005. Pág. 21.
[6] Delage, Fernando. Ibíd. Pág. 22.
[7] Delage, Fernando. Ibíd. Pág. 22.
[8] Mihailovic, Dejan. “Geopolítica y orden global: posibilidades para un nuevo meridionalismo”, En: Revista Razón y Palabra, revista electrónica de América Latina especializada en comunicación. Número 62. ISSN 1605-4806. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://www.razonypalabra.org.mx/n62/dmihailovic.html
[9] Mihailovic, Dejan. Ibíd.
[10] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde: http://hdr.undp.org/en/statistics/
[11] Dólares estadounidenses.
[12] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Estadísticas del Índice de Desarrollo Humano 2008”. Ibíd.
[13] A pesar de sus 691,2 miles de millones de dólares estadounidenses anuales.
[14] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Ibíd.
[15] Estadísticas revisadas en: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). “Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza y la crisis mundial del agua”. Ibíd.
[16] Entre muchísimos otros que aportaron grandemente al tema.
[17] Al respecto, destacan los objetivos de erradicar la pobreza extrema y el hambre, educación universal, reducir la mortalidad infantil y asegurar la igualdad de género, por citar algunos. Consultado el 3 de febrero de 2009, desde Portal Oficial de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/poverty.shtml

1 comentario:

  1. Orgulloso de ser alumno de Dejan Mihailovic.

    José A. Ramírez
    Estudiante de Relaciones Internacionales
    ITESM-CEM

    ResponderEliminar