viernes, 26 de junio de 2009

Elecciones 2010: con el naipe completo

Por: Lic. Claudio Alpízar Otoya/Politólogo

Luego de las convenciones en los partidos Acción Ciudadana y Liberación Nacional, prácticamente se completó la oferta política de los candidatos que deberán considerar los costarricenses para las elecciones del 2010. La mayoría de nuestros analistas políticos tienden a ser muy tibios en sus análisis previos a una elección, y muy duros y “certeros” en sus juzgamientos posteriores a los eventos políticos. En mi caso prefiero correr el riesgo de atreverme a pronosticar en estas páginas de la Prensa Libre. A sabiendas de que en política no se puede aplicar un “ceteris paribus”, pues las realidades son cambiantes.

Todo parece indicar que la lucha será entre Laura Chinchilla (PLN), Ottón Solis (PAC), Otto Guevara (ML) y Rafael Ángel Calderón (PUSC) –aún en duda-, por ahí podría colarse Rolando Araya (AP), más cuando su hermano ha quedado fuera de la lucha por la presidencia de la República. Si aparecen otros, poca oportunidad o relevancia tendrán, tanto para los ciudadanos como para los medios de comunicación.

De ese grupo mencionado la única novedad, y que dará frescura al proceso, tanto por el hecho de ser la primera mujer con posibilidades de presidir el país, como por ser su primer intento, es la Sra. Laura Chinchilla. Ella deberá demostrar a lo Ángela Merkel en Alemania o a lo Michelle Bachelet en Chile, que sus capacidades trascienden a la novedad en genero; que su preparación y sus propuestas pueden dar continuidad a los temas y proyectos que quedarán pendientes de la actual administración. Tiene dos columnas claves para su campaña, el asunto mencionado del genero, y el representar la continuidad de un Gobierno que goza de una clara empatía con los sectores mayoritarios de la sociedad - a pesar de que algunos intelectuales y ofuscados políticos intenten demostrar lo contrario- lo que confirmo tanto la convención liberacionista como el referéndum del TLC, y que se suma al respaldo evidenciado por las encuestas de opinión pública.
Su debilidad podría estar en la misma ventaja, pues deberá enfrentar a “expertos” en proponer sus nombres al electorado nacional. Ello le exigirá no solo una presencia escénica más solida y natural, sino también entrarle por el fondo a temas recurrentes en cualquier elección nacional. En esta campaña el “guante blanco” no será distintivo para tratar a una mujer, puesto que para evitarlo privarán las propuestas y no las posturas en sus contrincantes, espacio apropiado para la dureza de la oposición ante el sexo “débil”, un beneficio para el elector.

El PAC apuesta todo a su único líder y fundador Ottón Solis, quien tiene por fortaleza el conocimiento a profundidad de la problemática nacional, hombre estudioso y metódico, tanto como la percepción de su personalidad: intransigente y dogmática, aunque en precampaña dio visos por dosificarse. Empero, aún no lo suficiente para suavisar su imagen, ante un electorado que históricamente ha valorado como parte de su decisión de voto, las bondades de simpatía en la personalidad de los candidatos, sino que nos lo diga Abel Pacheco, José Ma. Figueres y en alguna medida Rafael A. Calderón F.

También tiene su mayor debilidad en la propia fortaleza, pues su conocimiento temático no ha sido acompañado de la innovación en sus propuestas, y pareciera que su tercera campaña será la repetición de ideas que han sufrido varias derrotas en doce años de promoción. El electorado le exigirá que las maquille con un “rubor” de actualidad. Algunos apuestan que será el gran opositor de la candidata oficial, yo mantengo algunas dudas.

Otto Guevara (ML) es quien sustenta esas dudas, pues podría convertirse en el mayor contendiente de Laura Chinchilla (PLN). En el electorado nacional existe una gran masa acéfala de socialcristianos, que en algún momento apoyaron al PAC, pero que ante algunas posiciones no compartidas perdieron su ilusión en esa alternativa; no son socialdemócratas, lo que por “default” los descalifica de ese sentido de pertenencia. Además, el Sr. Guevara no solamente ha realizado un cambio de colores en su publicidad, hoy matizada con un suave azul y rojo; ha levantado la bandera de la corrupción, queriendo arrebatársela al PAC, pero enfocada en la figura emblemática del PLN: Don Pepe Figueres. Además sus primeros pasos políticos los dio en el PUSC.

En el tema del marketing político Guevara tiene cualidades como: su irreverencia, su tono de voz vehemente y su aspecto físico, que lo hacen el mejor candidato, con muchas aristas para explotar desde el punto de vista del mercadeo. Aunque por el fondo sus ideas de libre mercado lo encasillan en un discurso repetitivo y poco solidario, en el cual prácticamente el pobre queda huérfano de la ayuda del Estado, un sector en el cual el PUSC con propuestas populistas “pesco” mucho. Además su pensamiento contraviene el reciente retorno de los tiempos keynesianos, sumado al gran peso ideológico en el nombre del partido. Pudiera ser que su imagen de “galán” sea la competencia de Sra. Chinchilla en el sector femenino, pues ellas se podrían ver tentadas a escoger entre el gusto y el género, todo un dilema.

Por su parte Rafael A. Calderón -si sale bien del juicio legal- será el candidato del PUSC. Por decisión propia, y por falta de recambio en ese partido, se presentará a un segundo juicio: el político, que desde mi perspectiva fue el primero que perdió, pero parece que desea confirmarlo en las urnas. Un partido que ante la despreocupación de renovar sus estructuras, ha castigado al antiguo caudal electoral a ser como el “judío errante”. Su apuesta será seleccionar diputados para que se le considere políticamente, pero a la vez pondrá en el tapete un tema de sumo gusto del ML y el PAC: la corrupción. Pienso que la decisión del Sr. Calderón es autoflagelarse, ignorando con arrogancia la memoria colectiva. Su fortaleza, sin duda, el don de palabra y sus capacidades para el trato personal, pero en estos tiempos eso ya no es suficiente para ganar una elección.

Rolando Araya con Acción Patriótica, si llega a candidato, no tendrá ninguna posibilidad, no será más que una alternativa para el sector académico, que deberá escoger entre él y el PAC, tercer golpe para este partido, si lo sumamos al votante liberacionista que regreso al PLN y el socialcristiano del PUSC que no encontró cabida en el PAC.

Da la impresión que solo ante un error de estrategia en el PLN o por alguna “novedad extraordinaria” en alguno de sus contrincantes, Laura Chinchilla pueda alejarse del evento histórico de ser la primera mujer presidenta en Costa Rica. Algo que también facilita la dispersión de la oposición, tan solo una segunda ronda podría cambiar el panorama.

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